domingo, 24 de julio de 2011

Hotel Flamenco / Primera Puerta / Theo Kärismah: La Teoría del Círculo (4)

"Era como si siempre el mismo instante se presentara desde perspectivas diferentes, y mirar un instante
para siempre no significa mirarlo mientras el tiempo pasa."


Umberto Eco / El Péndulo de Foucault.


seis

La dependienta de la librería me mira de pies a cabeza al entrar.

—Arte, Sección Ensayos, Tercera Estantería, el libro con el lomo rojo... Y no se olvide de pagar al salir, por favor.

Seis pares de ojos se posan en mi persona, pero a mí estas cosas ya no me molestan.

—Muchas gracias, señorita... —digo, y añado—. Espero que se encuentre mejor de ese principio de tuberculosis del que me habló la última vez...

Seis pares de ojos se posan en la dependienta, pero ella no está acostumbrada a estas cosas.

Contra todo pronóstico, carraspea.

Tres clientes se alejan del mostrador.
Dos clientes abren la puerta y se van.
Un cliente abre la puerta, se va, entra en la farmacia más cercana y dice:

—¿Tiene usted algo para la resaca emocional?


Antes de entrar en la librería, he preguntado al taxista si podía esperarme en el aparcamiento que hay junto a La Plaza de los Cuatro Elementos.

—Faltaría plus, pero como ese gato tuyo se mée en el taxi me hago una bufanda con su cola multicolor, ¿ok? Hoy es el cumpleaños de la parienta, así que le digo que es visón mutante y todos contentos...

Este hombre empieza a resultarme simpático. Por suerte, ya casi nunca juzgo a primera vista.


Me entretengo un rato curioseando las últimas novedades dispuestas sobre el mostrador central: "Memorias de un cazador disléxico de Mejillones en el Sahara", "Retrato de una modelo adolescente (vida en el lavabo)", "La sospecha del miedo"...

Vale, sí, lo de "nada muere para siempre, sólo se transforma" suena muy bonito cuando es tu serena profesora de yoga quien lo pronuncia, pero si yo fuera árbol, rogaría al mismísimo Altísimo para que, sobre todas las cosas, me otorgara el don de la combustión espontánea.


En el interior del taxi, Toribio Pérez Manriquencia -la torre humana- se despeja la fosa nasal izquierda y aspira.

—Amigo, si eres capaz de aceptar un consejo —dice al gato, sentado educadamente en el asiento del copiloto—, coge a tu estilista y extírpale el hígado. Sin anestesia. Y con un cutter oxidado. —se despeja la fosa nasal derecha y aspira.
—Meeeeoowww. —responde el felino. Estornuda.
—Salud...


En la librería, encuentro mi libro de tapas rojas y lo hojeo mientras deambulo entre el laberinto de estantes repletos. Tengo la sensación de estar andando en círculos.

Es entonces cuando, desde el pasillo paralelo al mío, oigo la voz de una chica que dice:

—Quizá es que no pensaste, o que pensaste poco, o que ese día no estabas tú muy fina, precisamente... Que para el caso, para qué engañarse, es lo mismo.

Y:

—Que-que-que-que... ¡QUÉ! Quiero volver a ser tartamuda, así cuando susurre tu nombre a la luna podré repetirlo una y otra vez sin sentirme mal por ello.


En el interior del taxi, Toribio Pérez Manriquencia -la torre humana- lee en voz alta:

"La cuestión es que, cada vez que me duermo, el sueño continúa donde quedó. El mismo sueño en el mismo sitio. Como si alguien parase el video mientras yo estoy fuera de la habitación. O, o... O como si el que estuviera despierto fuera el otro, y esta es la verdadera pesadilla. Como si nosotros fuéramos su recondenado sueño. Aquí, todo esto." (1)

El gatito, dormido en el asiento del copiloto, sueña: una habitación sin puertas, el Maestro en el Puerto, la lechuza dentro de un Círculo...


En la farmacia, el cliente resacosoemocional dice:

—¿Tiene algún kit para practicar lobotomías caseras?


En la librería, la dependienta murmura:

—…tuberculosis... ¿Será hijode…? ¿Qué, señora? ¿"El Círculo Mágico", de K. Neville? Claro, claro, maravillosa elección: Séptimo pasillo, Sección quinta, "Desperdicios Infumables". No tiene pérdida.

En el pasillo contiguo al mío, la chica dice:

—¿Dónde estás, Kitty? ¿Porqué te fuiste? ¿Es que ya no nos quieres?


En mis manos, el libro de tapas rojas; en el lomo, escrito con tinta negra:

"La Teoría Del Círculo", por Zenón Kaos.


El Hotel Flamenco me espera.


(1) Salman Rushdie / Los Versos Satanicos




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