domingo, 12 de octubre de 2014

Perdida

    "Éramos la primera generación de seres humanos que jamás podría ver nada por primera vez. Contemplamos las maravillas del mundo con ojos mortecinos, de vuelta de todo. Mona Lisa, las pirámides, el Empire State Building. El ataque de un animal selvático, el colapso de antiquísimos glaciares, las erupciones volcánicas. No consigo recordar ni una sola cosa asombrosa que haya visto en persona que no me recordase de inmediato a una película o a un programa de televisión. A un puto anuncio. ¿Conocen el espantoso sonsonete del indiferente? «Ya lo he viiistooo». Bien, pues yo lo he visto literalmente todo. Y lo peor, lo que de verdad provoca que me entren ganas de saltarme la tapa de los sesos, es que la experiencia de segunda mano siempre es mejor. La imagen es más nítida, la visión más intensa, el ángulo de la cámara y la banda sonora manipulan mis emociones de un modo que ha dejado de estar al alcance de la realidad. No estoy seguro de que, llegados a este punto, sigamos siendo realmente humanos, al menos aquellos de nosotros que somos como la mayoría de nosotros: los que crecimos con la televisión y el cine y ahora internet. Si alguien nos traiciona, sabemos qué palabras decir; cuando muere un ser amado, sabemos qué palabras decir; si queremos hacernos el machote o el listillo o el loco, sabemos qué palabras decir. Todos seguimos el mismo guión manoseado.

    Es una era muy difícil en la que ser persona. Simplemente una persona real, auténtica, en vez de una colección de rasgos seleccionados a partir de una interminable galería de personajes.
    
    Y si todos interpretamos un papel, es imposible que exista nada semejante a un compañero del alma, porque lo que tenemos no son almas de verdad.

    Había llegado hasta tal extremo que ya nada parecía tener importancia, porque yo no era una persona real y tampoco nadie más lo era.

     Habría hecho cualquier cosa por volver a sentirme real."


GILLIAN FLYNN / Perdida
(Traducción: Óscar Palmer Yáñez)

domingo, 6 de abril de 2014

UNA CIERTA MIRADA

Hannibal s01e13 (David Slade, 2013)  
Making of PULSIÓN SANGRIENTA (El Conde de lo Trágico, 2013)

domingo, 19 de enero de 2014

PUNSETADAS (19.01.2014) -By Daurmith-

Hay que ver, así como quien no quiere la cosa nos hemos plantado ya en el año 2014. Pero calma, porque some things never change. Las #Punsetadas de la jefaza @Daurmith, por ejemplo. Si es la primera vez que las leéis, os explico así un poco por encima de qué va el asunto: deambula por Espainnn desde hace un tiempo un ser muy aficionado al pan de molde y con pelo alborotado (pero sin medias de color, al menos no a la vista) que ha adquirido cierto status de divulgador científico, aunque lo mismo podría decirse de mis calcetines sucios, con la diferencia de que mis calcetines tienden a desaparecer continuamente y Eduard Punset desatiende nuestras continuas súplicas para que desaparezca. 

Pues bien, habida cuenta de que Punset acostumbraba a amargarnos los domingos publicar algunos domingos unos PEAZO ARTÍCULOS en su blog, la aguerrida Daurmith decidió un buen día calzarse su armadura de incansable guerrera y empezar a diseccionar con hábil ojo de halcón, imperturbable pulso Y MUCHA MALA LECHE la sarta de tropelías dialécticas dominicales perpetradas por el pelajos. Así que aquí va la recopilación de notas a pie de página de hoy. 

Señoras y señores, mapaches y mapachas... Ahí van las #Punsetadas.

Stan siempre fue un gran conocedor de la Inteligencia Emocional.

martes, 24 de septiembre de 2013

INCONSCIENTE COERCITIVO

¿Qué es @iCoercitivo

Pues empezó siendo un tuit que era radicalmente distinto a todos los que había escrito hasta el momento. 

Entonces escribí más tuits que respiraban parecido a ése: algunos más cortos, otros más largos; algunos más serios, otros más tristes. Y unos cuantos más que podían ser de 140 caracteres pero que en realidad iban a tropecientas mil revoluciones por minuto. 

Pasado un tiempo dejé de escribirlos. No sé. Se me fue el aire así, pataplof, como casi siempre sucede todo en mi vida: de repente. 

Y un día decidí juntar los que más me gustaban y lavarles un poco la cara, recortarles la barba, dejarles crecer las patillas... Ese tipo de cosas. 

Durante más de un año tuve la idea de auto-publicarlo en una especie de libro, pero el resultado era raro-raro-raro. No raro-raro-raro como cuando ves a un gato anaranjado loco por la lasaña, no, qué va... Más bien raro-raro-raro como cuando le meas en la boca por error a tu compañera de piso alemana de madrugada y al día siguiente no te atreves a pedirle que te pase la mantequilla durante el desayuno. Supongo que habéis pillado la idea.

Y como el proceso se estaba alargando en demasía, pues eso, que he decidido devolver esos tuits asalvajados a su hábitat natural, que es la red del pajarito azul. Para que respiren otra vez. Y tal. Todos junticos ahí, haciendo esas cosas de tuits que hacen los tuits cuando se juntan en sitios en los que suelen juntarse los tuits para hacer sus cosas de tuits que hacen cosas. 

Y me hace ilusioncica. Porque les he cogido cariño, a los jodíos. Sí sí sí.

Supongo que algunos os sonarán. A lo mejor otros no. Que sea lo que El Gran Mapatxe quiera (sin cebolla). 

Y ya está. Creo que ya he dicho lo que quería decir. Ahora no sé cómo salir de este embrollo. Tal vez, ya que nadie me ve, debería acabar este texto confesando que