Enciclopedia Mapatxil: La Trucha.

Aquí una trucha, aquí unos lectores del blog...

Animal acuático a jornada completa excepto el último domingo par de cada año bisiesto, en cuyo caso se convierte en un corredor de apuestas disléxico con problemas para encontrar un servicio público que no esté ocupado.

Pertenece a la rama animalaria de Los Pescaos, y toca el badajo en el grupo internacionalmente perseguido por la Interpol conocido como "Los Siete Pescados Capiteles", banda jevimetalera-situacionista-lamecartones cuyas líricas abordan temas tan interesantes e imprescindibles para la vida moderna como los postulados de la arquitectura renacentista tatuados en la próstata del abuelo de Heidi, los efectos colaterales de suministrar LSD a la rana psicótica de los Kellog´s, o cómo comportarse educadamente en la mesa (sobretodo cuando tú eres el entrante). 

ORIGEN DE LA TRUCHA

El origen de esta especie se remonta a cien años luz en el futuro, cuando una paloma supersónica dejará embarazado al alcalde de Cuenca tras una noche loca, pero esa es otra historia y debe ser contada en un universo paralelo del que todavía no tenemos constancia ni número de identificación fiscal. El Colectivo Político Social "Por Un Mundo Lleno Donde Las Truchas Siliconadas Puedan Votar" lanzó a un japonés gordo, enano y bizco a dicho universo paralelo con una catapulta cuántica hace seis meses, pero la última comunicación establecida con el nipón fue un SMS que envió anteayer (a cobro revertido) y que reproducimos a continuación: "Friegalmendras del carajo, la habéis vuelto a cagar con la fecha de Aterrizaje Temporal. Este tiranosaurio me está dando por el..."

Charles Darwin de fiesta.

ESTUDIOS DE CAMPO

Charles Darwin, célebre castrador de ardillas hermafroditas en el Logroño Meridional, estuvo durante toda su vida obsesionado por dos cosas, pero debido a su mala memoria jamás pudo recordarlas, así que se pasaba el día tirado en el sofá viendo documentales y masticando liendres. En el año 1411 (I.V.A. aparte), tuvo una Revelación en la que una trucha bailaba claqué junto a un fornido Máster del Universo y su clon en la cubierta del Titanic, y al despertar, corrió hasta su escritorio para empezar a escribir su gran obra maestra: “El origen de las especias (o cómo moler pimienta sin tener que masticarla)”, cuyo prólogo reproducimos a continuación.

"La trucha, para desenvolverse como tal, debe estar en el agua. Si se halla fuera de esta es porque:

A) se ha perdido;  

o B) es el segundo plato.

Este simpático animal de ojos saltones inyectados en sangre es nuestro antepasado directo (aunque de algunos más que de otros), y su color favorito es el verde. Los martes. ¡Todos al treeeeeeeeen! ¡Chuuuuuuchuuuuuuuuuuu!".

Por más que la Organización Mundialosa de la Salud afirme lo contrario, no debería tenerse demasiado en cuenta el hecho de que estas observaciones fueran redactadas bajo el nefando influjo resultante de aspirar cola industrial adulterada con aspirina infantil (niños, haced esto en el colegio no hagáis esto en casa).

 

MORFOLOGÍA DE LA TRUCHA

La verdadera trucha es invisible, las otras son todas falsas. Hablemos, pues, de cómo lucen las primeras. 

Testigo de la rebanadura orejil.

TRUCHAS INVISIBLES AUTÉNTICAS DE LAS DE VERDAD

Acostumbran a llamarse Hermenegilda o Chapapote entre ellas. De dimensiones cercanas a los tres metros de largo por siete de alto (anchura no tienen, para algo son invisibles), poseen tres ojos, cada uno de los cuales apunta a un punto cardinal distinto (norte, sur, este o este -el último a elegir-). Carecen de orejas conocidas, razón por la que los técnicos de sonido de El Canto del Loco las envidian profundamente. Buena muestra de ello es el hecho de que fuera un roadie del citado grupo quien, aprovechando que Van Gogh estaba distraído haciéndose la circuncisión con una lata de tomate oxidada, le rebanó una oreja para tratar de grapársela posteriormente en el lomo a una trucha taxista que pasaba por ahí con su flamante Loro Piñata.

Las Truchas Invisibles Auténticas De Las De Verdad (Lalalás de aquí en adelante y más allá) se alimentan de alimento del que comen las Lalalás para alimentarse, porque si no lo hicieran no se alimentarían con el alimento del que se alimentan alimentíciamente las Lalalás, por eso les gusta el picante y hacerse la pedicura mientras ven la tele. Eso si, La Sexta no la cogen muy bien, pero es que no hay manera de hacer entender a estos malditos bicharracos que estar de espaldas al televisor no ayuda, precisamente, a un plácido visionado catódico.

A veces llevan reloj marca Zodiac. 

Trucha Más Falsa Que Paqué

TRUCHAS MÁS FALSAS QUE PAQUÉ

Las Truchas Más Falsas Que Paqué (Argh! a partir de ahora) adoptan distintas y muy variadas formas, lo cual no les sirve de nada, porque igualmente tienen que pagar sus impuestos y pedir hora para hacerse la depilación a la cera.

Yo soy una Argh!, y probablemente tú también, aunque no lo sepas, pues las Argh! nos caracterizamos por pasar muy inadvertidas, sobretodo cuando nos quitamos el bombín-ventilador que siempre llevamos en la cabeza. Si alguna vez ves por la calle a un Alien vestido con un traje de novia harapiento (sin velo), chupando Don Simón, arrastrando los pieses y musitando "Uuuuuh, Uuuuuuh", no es una Argh!, es Magneto.

Erróneamente, se nos ha emparentado en más de una ocasión con El Abominable Hombre de las Liendres, pero no es cierto, fue sólo un rollo de una noche. 

¿Sabías que...?

• Las bicicletas son para el verano, pero una trucha es para siempre.
• Las cucarachas nacen, crecen, se reproducen, mueren y entonces una trucha recoge los cadáveres y los camufla entre tus cereales favoritos.
• Las Argh! trataron de participar en los J.J.O.O. de Barcelona´92, pero sólo hasta que se enteraron de que J.J.O.O. no significaba "Joderos, Jodidos Oligrofénicos de la Hostia" (si, lo sé, Hostia no empieza por O, pero como no suena...).
• Sevilla tiene un color especial, pero cuando la trucha besa, besa de verdá.
• Si, vale, tu madre se ha comido a mi perro, pero una trucha la convencerá de que la bulimia animaloide no es el modo correcto de confesarte que eres adoptado.
• 2 + 2 = 4, ¿pero a que no hay huevos de decírselo a una trucha en la calle?
• Dante Alighieri era una Argh! encubierta. De ahí lo de Beatrice (en italiano: Bea-TRICHE), cuyo nombre procede del latifundio "BeaTRUCHA".
• Una trucha jamás de los jamases permitiría que Rett Butler le dijera aquello de: "Francamente, querida, me importa un bledo". Una trucha obligaría a ese despreciable orejón bigotudo a ponerse de cara a la pared... y dejaría entrar al Tiranosaurio.