«"Toda duda brota de las experiencias pasadas. Pero el pasado desaparece. Antaño conocíamos el
pasado, pero no el futuro. Esto está cambiando -dijo ella-. Necesitamos una nueva teoría del tiempo.»
Don DeLillo / Cosmópolis.
pasado, pero no el futuro. Esto está cambiando -dijo ella-. Necesitamos una nueva teoría del tiempo.»
Don DeLillo / Cosmópolis.
siete
Espacio y Tiempo son dos conceptos extraños, o al menos eso creo.
Mientras sigo mirando al exterior a través de la ventanilla de la ambulancia, de camino al hospital, Mistress Nonstress enciende un cigarro y dice:
—Te hemos echado de menos, en serio.
¿Has tenido alguna vez un sueño en el que crees que despiertas pero sigues durmiendo?
Por lo que sé, mi vida es un constante dejà vú gracias a un contrato incumplido, una ventana abierta y un “te quiero” dicho a destiempo.
Seguía lloviendo cuando he salido de la librería rumbo a La Plaza de los Cuatro Elementos, y sigue lloviendo ahora, una hora después, cuando mi primo Piotr, tendido en la camilla de la ambulancia, da una calada al cigarro que Mistress Nonstress le coloca en los labios.
—A lo mejor sí que tendría que haberme hecho la manicura. Pero vosotros tranquis, ¿eh? Ya no me duele tanto —dice Piotr, y añade-. Nunca hubiera imaginado que pudiera salirme tanta sangre del rabo.
—Así comprenderás un poco mejor lo que significa ser mujer. —dice Mistress Nonstress.
—Mujer, dolor de ovarios, perdón, de huevos, no tengo... Las cosas como son.
Mistress Nonstress le propina un soberano puñetazo en los testículos y me da una pastilla de color azul cielo.
—¡Mecagoen...! —dice mi primo, y expulsa el humo.
—Este es el mejor remedio que nunca nadie ofrecerá a esos tristes ojos tuyos... —dice Mistress Nonstress mirándome fijamente . La pastilla reposa bajo mi lengua.
Espacio y Tiempo son dos conceptos extraños, o al menos eso creo.
Mientras sigo mirando al exterior a través de la ventanilla de la ambulancia, de camino al hospital, Mistress Nonstress enciende un cigarro y dice:
—Te hemos echado de menos, en serio.
¿Has tenido alguna vez un sueño en el que crees que despiertas pero sigues durmiendo?
Por lo que sé, mi vida es un constante dejà vú gracias a un contrato incumplido, una ventana abierta y un “te quiero” dicho a destiempo.
Seguía lloviendo cuando he salido de la librería rumbo a La Plaza de los Cuatro Elementos, y sigue lloviendo ahora, una hora después, cuando mi primo Piotr, tendido en la camilla de la ambulancia, da una calada al cigarro que Mistress Nonstress le coloca en los labios.
—A lo mejor sí que tendría que haberme hecho la manicura. Pero vosotros tranquis, ¿eh? Ya no me duele tanto —dice Piotr, y añade-. Nunca hubiera imaginado que pudiera salirme tanta sangre del rabo.
—Así comprenderás un poco mejor lo que significa ser mujer. —dice Mistress Nonstress.
—Mujer, dolor de ovarios, perdón, de huevos, no tengo... Las cosas como son.
Mistress Nonstress le propina un soberano puñetazo en los testículos y me da una pastilla de color azul cielo.
—¡Mecagoen...! —dice mi primo, y expulsa el humo.
—Este es el mejor remedio que nunca nadie ofrecerá a esos tristes ojos tuyos... —dice Mistress Nonstress mirándome fijamente . La pastilla reposa bajo mi lengua.