lunes, 24 de diciembre de 2012

TRAMPA-22 (El intento de cómic que pudo ser y no fue).

Hace unos años tuve un arrebato de locura, pero locura buena. Mi devoción por la novela Trampa-22 de Joseph Heller (y su adaptación a la pantalla grande dirigida por Mike Nichols) me llevó a juguetear con la posibilidad de hacer una especie de cómic a partir de capturas de pantalla de la película, pero incorporando más material procedente del libro. Una locura, vaya. Sobra decir que a las pocas páginas me di cuenta de que era un proyecto abocado al desastre más absoluto. Aún así, sigo pensando que el experimento quedó curioso, así que he recuperado el material y lo cuelgo con la esperanza de que, a base de repetíroslo aquí y en twitter, HAGÁIS EL PUTO FAVOR DE LEEROS DE UNA PUÑETERA VEZ ESTA OBRA MAESTRA. 

Pocos libros me han hecho disfrutar y pasarlo tan mal al mismo tiempo. La siguiente es una frase que suele hacerme temblar cuando se aplica a cualquier tipo de obra, pero es que realmente me parece inacabable e inabarcable. La capacidad de ir de lo más pequeño a lo más grande, la transición de comedia pura y dura al surrealismo, y de ahí a uno de los retratos más crueles y realistas del ser humano que jamás se hayan escrito. 

Lo descubrí hace relativamente poco, allá por el 2006, y se ha convertido en un compañero de viaje constante al que siempre acabo volviendo. Y la película, lejos de ser perfecta como adaptación, camina perfectamente y acaba tocándome del mismo modo. La comparación constante con M.A.S.H. me saca de quicio. Ya ha pasado el tiempo y deben empezar a verse y apreciarse por separado. CATCH-22 (la peli) es el canto del cisne a un cine, a un tipo de rodaje, que jamás volvería a hacerse y estaba muriendo; M.A.S.H. fue el estreno de un tipo de cine y mentalidad. Me cuesta entender porqué carajo no son compatibles si muestran las dos caras de la misma moneda. 

Todo en CATCH-22 (la peli) me fascina. Por cierto, hay una edición en DVD que contiene un audiocomentario imprescindible en el que Steven Soderbergh y Mike Nichols conversan sobre el rodaje. Es muy-muy recomendable para poder echar un vistazo interno a la batalla constante que supuso rodar esa maravilla!

En fín, agarráos bien, que vienen curvas.

jueves, 20 de diciembre de 2012

CRONICALIA: Els dijous de l´ESCAC / XP3D.


ELS DIJOUS DE L´ESCAC / 8 NOVIEMBRE 2012 / FILMOTECA CATALUNYA / BARCELONA
SERGI VIZCAINO - MAR TARGARONA - DANIEL PADRÓ
PRESENTA ÀNGEL SALA



ÁNGEL SALA
Holaquétal, ¿cómo están ustedeeeeeeeeeeeees?

PÚBLICO
¡De luto porque se ha muerto Milikiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!

ÁNGEL SALA
No preocuparse, criaturas, porque en este país otra cosa no, pero payasos hay hasta para aburrir. En fín, buenas tardes y bienvenidos. Hoy estamos aquí para hablar de una película de producción catalana salida de Rodar y Rodar, productora que últimamente nos está sorprendiendo muy gratamente gracias a películas tan importantes como El Orfanato, Los ojos de Julia o, más recientemente, El cuerpo

Hablaremos de una película de género, de terror, honesta, sin cortapisas (cosa que es algo bastante raro de ver en el cine español) y que además fue rodada expresamente en 3D: XP3D. Y qué mejor que rodearnos de la productora de la película, Mar Targarona, de su director, Sergi Vizcaino, y de su guionista Daniel Padró

MAR TARGARONA 
En el año 2007, durante un festival de cortometrajes, Sergi vino a verme y me dijo que quería hacer una película de terror a la americana, un slasher, y yo me encontré pensando que total, si lo hacen los americanos pues también podíamos hacerlo aquí, en un pueblo de aquí y con actores de aquí. 

SERGI VIZCAINO
Cuando hablé con Mar ya lo hice hablando de un concepto de película, no de historia. A ella le gustó el potencial de ese producto y entendió que había un público al que podía gustarle. Entre Mar, Dani y yo fuimos desarrollando el argumento durante varios meses y una vez lo tuvimos claro, Dani pasó tres años escribiendo en su casa el que sería el guión definitivo. 

DANIEL PADRÓ
Yo llegué a este proyecto a través del Taller de Guionistas, antes de entrar en ESCAC. Tenía algunos proyectos de cortometraje que habían llamado la atención de las personas adecuadas y cuando se me ofreció el trabajo, acepté y me puse a ello. 

Como comenta Sergi, revisábamos la estructura semanalmente y una vez tuvimos un tratamiento, me llevé los deberes a casa y escribí la primera versión, pero a nivel de estructura lo hicimos en consenso y poniéndonos de acuerdo en reuniones.

Por la parte que me toca, he de decir que escribir una película de este tipo es algo muy agradecido. Sabíamos lo que queríamos hacer, qué tenía que pasar. Teníamos una idea de estructura muy sencilla y clara desde el principio, lo cual siempre va muy bien a la hora de trabajar. Además, pensar en cómo matar a tus personajes de una manera vistosa es entretenidísimo y estimulante. Es una peli para dejarse ir y disfrutar de la sangre y los higadillos, básicamente. 

MAR TARGARONA
Yo estoy encantada con esta película. Mientras la hacíamos sabíamos perfectamente que no optaría a ningún premio, sabíamos que todas las mentes bienpensantes nos dirían que era horrorosa, que era fatal, pero la verdad es que nos lo pasamos muy bien, fue muy divertido. Además, el 3D le daba cierto ambiente de túnel del terror, de atracción de parque temático en la que entras para pasar miedo, gritar, reír y salir del cine pensando que te lo has pasado muy bien. Ésta era la intención, teníamos muy claro que estaba dirigida a un público muy concreto, porque no hay nada peor que enfocar una película hacia un público que no es el suyo.

SERGI VIZCAINO 
Ehte éh er Ehlásh.
Esta es una película que es fiel a sí misma, da lo que promete en el trailer, pero hacer una película significa contar algo, y yo realmente lo que quería contar es la existencia del mal en nosotros mismos. Eso sí, cómo contar una historia tan profunda dentro de un contexto en el que el espectador no tenga que estar pendiente de ello; que esa historia sobre cómo el mal puede apoderarse de ti desde la infancia se vaya revelando poco a poco, y hacerlo además sin perder de vista los ingredientes básicos e imprescindibles del slasher, como son la muerte sangrienta y macabra de chicos y chicas muuuuy atractivos... Ése era el reto: hilvanar todos esos elementos, y os puedo asegurar que ha sido bastante difícil, mucho más de lo que parece. 

El slasher es una fórmula, pero no es una fórmula cerrada ni fácil, si lo fuera y diera siempre dinero estaría todo el mundo ahí dale que te pego, venga a hacer slashers

DANIEL PADRÓ 
Claro, es que existen unas pautas. Tú te basas en lo que ves y lo que ves son unas ciertas fórmulas. Cuando estábamos en las últimas fases de escritura del guión se estrenó Paranormal Activity. En el guión (y por lo tanto en la película) hay muchos referentes, porque es un género que se ha explotado hasta la extenuación, y todo parte de Pesadilla en Elm Street, La noche de Halloween y Viernes 13, sin olvidar otros subgéneros del terror, como el tema del pueblo encantado o las posesiones. 

SERGI VIZCAINO
Por mucho que trates de evitarlo, cuando haces cine las referencias salen solas, porque todos nos hemos criado viendo cine. 

DANIEL PADRÓ 
Sí que es cierto que al principio diseñas los personajes para que tengan profundidad, pero cuando tienes más de tres personajes principales en una película de 80-90 minutos, no le puedes dar profundidad a más de cinco o seis personajes, así que por razones prácticas vas al grano y apuntas un poco hacia el estereotipo de las películas que existen.

SERGI VIZCAINO
Claro, no es lo mismo tener dos personajes principales que seis, pero una cosa importante es que a esos personajes los encarnan actores a los que tú das libertad para explorar y crear, y lo que valía para uno en términos de dirección no servía para otro. Sí que tuvimos la labor de Laura Jou, responsable del coach en la actuación, que sirvió para unificar un poco ese trabajo coral, sobre todo en un trabajo tan técnico como éste.

Está claro que partimos de la fórmula del slasher, pero todo tiene vida propia y se desarrolla a medida que se ensaya, se escriben sucesivas versiones del guión hasta llegar a la definitiva, se planifica, se edita... No está todo súper cerrado y poco a poco los distintos elementos van encontrando su sitio, de lo contrario no existiría la creatividad. 

Para mí, lo mejor del proceso creativo es el momento en el que ves que aquello que un día sólo estaba en tu mente, aparece proyectado en una pantalla grande después de un intensísimo trabajo en equipo. Ésa es la mejor satisfacción que puedes tener, siempre y cuando se acerque a lo que tú habías pensado. Pero no hay mayor satisfacción que completar el círculo, llegar al final de un proceso creativo que se ha cumplido. Por el contrario, lo peor es un proyecto que se quede en nada y que te lleves a la tumba sin haberlo podido llevar a cabo. 

MAR TARGARONA 
Ahora mismo resultaría muy difícil levantar un proyecto así. Supongo que ya sabéis que este año hay menos rodajes que en años anteriores y se prevé que el año que viene habrá menos todavía, pero si una película se quiere producir, se produce. 

El product placement, por ejemplo, es una parte muy importante dentro del aspecto financiero, y es algo que se tendría que trabajar mucho más, lo que pasa es que, en general, las marcas no quieren saber nada del cine español porque no sacan rentabilidad. En XP3D es descaradísimo el uso del product placement, y lo digo con mucho orgullo porque no es nada fácil conseguir financiación. Es decir, hay que adaptarse y hay que buscar el dinero hasta debajo de las piedras, ése es el trabajo que hacemos los productores, porque la película tenía que ser muy barata pero acabó costando bastante. Y eso que Sergi no se pasó ni una hora del calendario de rodaje establecido.

Sutilísimo ejemplo de product placement
para que mis jefes estén contentos.
SERGI VIZCAINO
El presupuesto se disparó por mi sueldo, ¿qué te crees? Se me fue la olla ahí, con las exigencias de super-estrella... (RISAS)

MAR TARGARONA
La verdad es que fue muy bien, recaudó más de 2 millones de euros en taquilla. Hombre, yo esperaba que tuviera un poco más pero se quedó ahí. Se está vendiendo por todas partes, y en Rusia llegó a registrar una taquilla de 800.000€. La nota trágico-cómica es que en México no se ha vendido porque les parecía demasiado terrorífica y violenta. 

Hemos trabajado con los mejores, y eso se ve en la película. El departamento de arte, maquillaje, efectos...

SERGI VIZCAINO
El dinero que se invirtió se nota, se ve en la pantalla. Había cosas relacionadas con la muerte de algunos de los personajes que sabíamos que o las hacíamos bien o no funcionarían, aunque luego únicamente fuera un plano de un segundo. 

Si te fijas en el departamento de Arte, es brutal lo que hicieron al atrezzar los decorados reales, de una localización te hacían algo increíble. Es muy complicado por razones de presupuesto cuando tienes que rodar cerca de Barcelona, porque tienes que buscar un pueblo abandonado muy cerca de la ciudad. Nosotros lo encontramos cerca de Martorell, que si váis hacia Lleida por la autovía gratuita, a mano derecha, si os fijáis, se ve el campanario... ¿No? ¿Nunca os habéis fijado? PUES AHORA LO HARÉIS. (RISAS)

Luego ya, los interiores estaban más desperdigados, el localizador se lo tuvo que currar mucho para poder encajar las distintas piezas y que todo funcionara a la perfección: el matadero está aquí al lado de La Campana, la casa del doctor estaba en Caldes, el sótano aquí mismo, en la calle Aribau... 

Lo único para lo que tuvimos que ir más lejos fue para rodar en las minas de sal de Cardona, porque es algo espectacular. Fue muy difícil de iluminar porque no nos dejaban ni poner un clavo en la pared, así que imaginad cómo lo tuvo que pasar el director de fotografía. Ahí no se veía nada. Si no encendías una linterna estabas absolutamente a oscuras. Tuvimos que simular luz natural que fuera creíble y se viera, porque el 3D te pide luz y profundidad, 

MAR TARGARONA
Yo quiero añadir que queríamos hacer una película de terror que tuviera mucha luz, no como las películas de terror que siempre se van a la oscuridad total, nosotros buscábamos que fuera una película de miedo pero que pasara durante el día, entre otras cosas porque rodar de día es bastante más agradable que hacerlo de noche. 

SERGI VIZCAINO 
Para esta película se hizo storyboard de todos los planos que se pensaban rodar. El problema es que luego, en 3D, te das cuenta de que no lo puedes rodar todo y tienes que adaptar un poco, de cada dos planos hacer uno... El story se hace especialmente para tener un ritmo y para poder visualizar la película antes de rodarla. A mí me gusta porque te da una cierta seguridad: cuanto más plasmas en papel, más sabes que el equipo se tiene que ceñir a lo que tú quieres. Claro que también has de tener esa capacidad de adaptarte a los cambios que surgen sobre la marcha, porque a veces no puedes rodarlo todo y a veces lo que está en papel lo puedes mejorar, incluso en la sala de montaje. Pero sí, hice el story  de toda la peli y quizá dentro de unos años lo vendo y me forro. El original, ¿eh? (RISAS)

Respecto al uso del 3D en sí, os habréis fijado en que hay muy poco teleobjetivo. Tener un primer plano con un fondo desenfocado en 3D no funciona muy bien porque todo lo que es borroso no tiene profundidad, molesta. Rodar en 3D implica también pausas de media hora únicamente para cambiar las ópticas, lo cual cuando tienes una jornada de X horas, si yo me equivoco en la elección del objetivo es una auténtica putada. Tienes que decidir muy bien qué opticas usar, qué cambios vas a hacer...

Usé muchos planos largos. Aunque fueran planos fijos dejábamos siempre la vía puesta, porque teníamos la Dolly. De cada tiro de cámara, de cada toma, tratábamos de tener el máximo metraje posible para minimizar el hecho de que sólo podíamos rodar ocho o nueve planos al día, entonces ese plan de trabajo ya se tiene muy en cuenta a la hora de la planificación. Por ejemplo, de un solo plano yo ya sabía que solamente utilizaría el principio y el final, así que de dos planos hacía uno. Y pocos planos no se han usado, incluso el montador iba un poco nervioso porque con tan poco tiempo los planos hay que medirlos muy bien, las decisiones tienen que ser las correctas y los cambios de óptica eran realmente críticos. 

La Dolly se pasó todo el rodaje puestísima.
La cámara casi siempre se está moviendo, aunque sólo fuera un poco. En la secuencia del accidente de la furgoneta sí que hay muchos más planos, porque es evidente que esa acción lo pedía, pero todo lo que pudiéramos cubrir con un solo plano lo hacíamos aprovechando que el 3D, cuanto menos lo cortes en montaje más inmersivo es para el espectador, por lo que el handicap de tener que alargar los planos se convertía en un aliado.

Con el 3D lo que consigues no es tanto sacar cosas de la pantalla, sino ganar profundidad, y con ella logras más atención subconsciente por parte del espectador. Para conseguir eso, lo que se intenta es reproducir el mecanismo con el que vemos nosotros en nuestro día a día, oséase: dos ojos separados por unos 4-5 cm. de interaxial, y para conseguir eso tienes que rodar con dos cámaras, una para cada ojo. La imagen resultante es casi idéntica, porque lo que sí se conserva es una pequeña separación de una respecto a la otra. 

El asunto se complica cuando el tamaño de las cámaras con las que rodábamos (en este caso las Red One Stereo MX) es bastante grande, así que por mucho que las juntes, la separación interaxial va de 12 a 15 cm., que es mucho más de lo que tú puedes usar para rodar una película. No las puedes poner una al lado de la otra, así que tienes que inventarte un modo de juntar ese interaxial, y el único modo es poner un espejo y colocar una de las cámaras en vertical para que la mitad de la imagen vaya a la cámara que está horizontal y la otra mitad vaya al espejo, rebote y vaya hacia la vertical. Así consigues la sensación de 3D. 
¿Qué ocurre? Que entre el rig, las cámaras, las ópticas y los motores estamos hablando de un trasto que era casi como un piano de grande, y eso te complica bastante la movilidad. También te obliga a no poder usar zoom, porque ya no cabían tantos motores. 

Con un rig especial podíamos usar la cámara en mano, pero la calidad del espejo era un poco menor, además de ser más caro y más frágil. Nosotros no lo usamos, pero sí que tiramos de Steadycam para un par de planos que no nos dejaban otra opción. ¿Y qué pasaba con la Steady? Si una normal ya suele pesar un huevo, imagináos ésta que pesaba el triple. 

A nivel de post-producción, el etalonaje también resulta bastante complicado: tú etalonas uno de los ojos y el otro no es “copiar y pegar”, porque el espejo, las refracciones y la colorimetría se van de viaje, por decir algo, así que tienes que igualar, que es mucho más engorroso y precisa de más trabajo que etalonar, así que esta parte del proceso se alarga hasta casi tres veces más que con el 2D. 

Es un sistema bastante complicado que hay que hacer muy bien, porque un pequeño error de rodaje no lo puedes solucionar en post-producción, únicamente lo puedes maquillar. 

ÀNGEL SALA
Yo sólo quería añadir que me parece muy interesante el recurso de introducir un evento emocional dentro de la fórmula del slasher, porque en la genealogía del propio subgénero encontramos el giallo italiano, donde hay mucha historia de familia. Incluso una película canónica dentro del género slasher como es La noche de Halloween, en el fondo no deja de ser un conflicto familiar. Hay mucho de emoción, y en el giallo más. En una familia pasan cosas muy raras y hasta cabe el asesinato, porque para eso está constituida, en cierta manera. (RISAS)
El Club de Fans de las pastas Giallo al completo.
También se ha hablado del hecho de irse a trabajar fuera. En este país hay mucho talento, y aún hay más talento por descubrir, pero es un talento que se tiene que apoyar, cuidar, que se tiene que creer en él, y parece que a veces en este país eso es muy difícil. A lo mejor sí que mucha gente se va a ir, desgraciadamente. En USA últimamente hay muchos apellidos extranjeros dirigiendo películas de terror, pero sería una pena que un país en el que hay tantísimo talento presente y futuro (reconocido fuera mucho más que dentro), éste se perdiera. 

viernes, 7 de diciembre de 2012

CRONICALIA: Jornadas Cine Low Cost III / "Santiago Lorenzo is in da jaus".



Durante cuatro días del pasado mes de junio, Barcelona y su Arts Santa Mònica acogieron un ciclo de proyecciones y mesas redondas bajo la bandera Cine Low Cost. "¿Y qué es eso de Cine Low Cost?", intuyo que te preguntas. Tranqui, Desirée de Fez (coordinadora y programadora del proyecto) te lo cuenta a grandes rasgos: “Más que explicar nada, es un modo de intentar entre todos saber en qué punto estamos, qué cine se está haciendo aquí y si este cine de bajo presupuesto es una alternativa o un relevo”. 

Suena bien, ¿eh? A mí también me sonó genial cuando lo vi anunciado. Además, en el programa se incluían charlas con gente a la que respeto más allá de lo que el decoro me permite confesar en público, amén de proyectarse piezas y alguna que otra peli que llevaba mucho tiempo queriendo ver, así que no me lo pensé dos veces, trinqué la TrágicoMochila y hala, para allá que me fui grabadora y cámara en mano dispuesto a aposentar mi culo mapatxil en la primera fila. 

En esta tercera entrega, el grandioso Santiago Lorenzo y su personalidad arrolladora irrumpieron en la sala para presentar el pase de Mamá es boba y su última (y recomendabilísima) nueva novela, Los Huerfanitos. Quedáos bien con esto, lo de recomendabilísima es cualquier cosa menos gratuito. Hacía tiempo que no disfrutaba tanto con la lectura de un libro Made In Spain. 

También me veo en la obligación de comentar que he decidido no tocar prácticamente nada en lo que a las intervenciones de Lorenzo se refiere. A veces encuentras gente con un modo de hablar y de expresarse realmente personal, así que tras varios intentos de edición bastante patéticos en los que se ganaba en claridad pero se perdía en magia y gracejo, decidí deshacer camino y dejar prácticamente intactos sus parlamentos. Ahora estoy convencido de que valió la pena. 

Con todos ustedes: Miqui Otero (capo de la organización de las jornadas y muy en boga últimamente por la publicación de su La Cápsula del Tiempo), Jordi Costa y Santiago Lorenzo. 



///Santiago Lorenzo / Presentación de Mamá es boba y Los Huerfanitos///


MIQUI OTERO

A finales de los años sesenta, Mel Brooks estrenó una película (mutada en exitosísimo musical de Broadway) llamada Los Productores. En ella, un productor teatral descubre que si su nueva obra fracasa ganará más dinero gracias a las donaciones de gente interesada en invertir en la obra que si ésta resulta ser un éxito, así que decide que el montaje verse sobre una temática nazi y poner todas las fichas necesarias para que el proyecto se vea abocado al fracaso más absoluto.



El trío protagonista de la novela Los Huerfanitos (Santiago Lorenzo / Blackie Books, 2012) se enfrenta a lo contrario. Su padre, bon vivant y hombre de teatro durante toda su vida, les lega en su lecho de muerte un saco de miedos congénitos, un teatro ruinoso y unas deudas desorbitadas, así que ellos deciden montar y estrenar una obra en tiempo record para optar a una subvención que les saque del agujero. El título escogido para la obra es La Vida, y me da la impresión de que, como escribía Hunter S. Thompson en Los Diarios del Ron, “las palabras grandilocuentes (la vida, el éxito, el fracaso, la hostia) sólo las pueden usar con soltura necios y curas”. Pues bien, a Santiago se le dan mejor otro tipo de matices y de palabras más pequeñas, porque cuando los huerfanitos del título se enfrentan a este reto, las palabras que más se asocian a Obra no serían “montaje teatral” o “Ibsen”, sino “estucado”, “gotelé” o “goteras”.



Santiago, al fin y al cabo, hace una especie de apuesta por la comedia cuya función es desenmascarar los vicios de esta sociedad. Si antes era fácil encontrar al falso devoto o al avaro, ahora encontramos al empleado demasiado motivado que espera ser empleado del mes, o a la persona madura que no cree necesario crecer o asumir responsabilidades, como sería el padre. La apuesta de Santiago es cómica, tierna, viaja a otro ritmo. Él es de los que saben que el reloj estropeado da la hora exacta dos veces al día, así como que no es necesario dejarse llevar por las tendencias de lo que se debe o no se debe hacer, sino hacer una apuesta por la honestidad y por la pureza. Y es lo que ha hecho.



Jordi Costa, aquí presente, es amigo suyo desde hace tiempo. Yo lo soy desde hace menos, pero me siento profundamente afortunado por haberme cruzado en el camino con Santiago y sobre todo por haber disfrutado de lo que él escribe y hace con un mimo y cariño casi pre-tecnológico y artesano. Cuando uno tiene que trabajar con materiales de derribo, cuando uno tiene que vivir con cosas que le son dadas o cuando uno hereda deudas, la única apuesta posible es el artesano que hace algo bonito a pesar de todo eso. Creo que así como hay algunos directores de cine o novelistas que para hablar de la incomunicación humana plantarían a un mimo en el centro de Tokyo, Santiago es capaz de plantear esa misma incomunicación en alguien que viaja en un autobús Alsa para ver el acueducto de Segovia, y seguramente llegará a algo mucho más profundo y muchísimo más verdadero durante el camino.

JORDI COSTA
Todavía tengo la lectura de Los Huerfanitos muy fresca, acabé de leerlo hace tres días y aún estoy en estado de shock y felizmente trastornado. A lo largo y ancho del libro soy capaz de reconocer al Santiago Lorenzo al que llevo muchos años conociendo y apreciando. Si alguno de vosotros todavía no le conoce, Los Huerfanitos es una perfecta introducción a él, a su forma de pensar, a lo que hace y dice, pero si os gusta esta novela, que estoy seguro que os gustará, no dejéis de recuperar Los millones, que también es una gran novela, de menor extensión pero igualmente enorme. 



Cuando era pequeño, recuerdo que me maravillaba esa gente capaz de coger un hueso de melocotón y hacer con él un silbato, porque yo me sabía incapaz de realizar ese salto mental que va de la idea a su realización. Santiago es un poco el señor que en el patio de colegio cogía el hueso de melocotón y no sólo hacía un silbato, sino que lograba esculpir en su interior un conjunto escultórico que representaba un gran drama humano en el que quizá te empezabas riendo de la pequeñez y la vulnerabilidad de los personajes, para acabar absolutamente conmovido por haberte reconocido en él. 



Creo que es importante que se presente este libro aquí, porque cuando él hacía sus cortos o dirigió Mamá es boba nadie pensaba todavía en términos de Cine Low Cost, ni siquiera él pensaba en términos de un cine indie español, sino que en un momento en el que todavía no estaba tan extendida esta sensibilidad, hizo las películas que quería, no diré yo que de espaldas al público o a los productores, pero sí que sin obsesionarse en gustar: simplemente queriendo contar la historia que quería contar y del modo en que él quería hacerlo. Y lo consiguió, Mamá es boba y Un buen día lo tiene cualquiera son dos películas fantásticas y extrañas. 

Juro que esta foto ha salido de las primeras
al teclear "Jordi Costa" en Google Imágenes.
También hubo un punto en el que imagino que se cansó de intentar convencer a productores o de intentar vender un proyecto y decidió convertir sus historias en novelas. Lo que me sorprendió al leer Los millones no sólo fue reconocer el mismo tipo de historias o personajes que encontramos en sus obras filmadas, sino darme cuenta de que lo que tenía entre las manos no era un guión transformado, improvisado o retocado mínimamente para convertirse en novela. Tras dos páginas leídas, me sentí comodísimo en Casa Lorenzo, y descubrí que mi anfitrión se revelaba ante mis ojos como un escritor de raza poseedor de una voz propia increíblemente definida.


No voy a desvelar nada importante del argumento, pero en un momento de la novela los personajes consiguen unos focos de segundísima mano para utilizarlos en su montaje teatral. Al encenderlos, Santiago Lorenzo describe cómo el decorado, que hasta ese instante nos parecía infecto, empieza a mutar en una especie de catedral de belleza absolutamente improvisada gracias a la coreografía de la luz, creando así un momento místico de transubstanciación absolutamente mágico y maravilloso. Ésa es, para mí, una imagen casi metafórica de lo que hace Lorenzo: coger lo que los otros tiran para convertirlo en catedrales perdurables.


SANTIAGO LORENZO

Muchas gracias por venir. Hoy vamos a hacer una charla multidisciplinar. Es decir, vamos a hablar de novela, de esta novela, y vamos a ver un largometraje, que era una cosa que se hacía antes. Largo-metraje. Por cierto Jordi, yo también pensé que era difícil hacer lo del silbato, y es tan fácil como coger el hueso del melocotón, caminar al lado de una tapia y frotando el melocotón con la tapia. Se hace un agujero y ya está hecho el silbato. Y me has dado una idea con lo de hacer un Hamlet dentro del hueso, y lo voy a hacer para tenerlo en mi casa.


Vamos a ver una peliculita nueva, que se llama Mamá es boba. Quince añazos tiene. Es decir, no estamos hoy ante un estreno. Yo no sé quién viene hoy a lo del Low Cost porque estaba por el Santa Mónica y quién viene porque es mi prima, por ejemplo, que está ahí, sentada en la fila once.


Esta es la tercera vez que me llaman para hacer un taller de Cine Low Cost y era la tercera vez que lo rechazaba, porque a lo que tenéis que aspirar es a hacer películas de miles de millones de pelas. Y yo no seré el que os diga: “no, no, hay que hacerlas de poco dinero y tal”. El que va a hacer la película con poco dinero la va a hacer igual, se lo diga yo o no. Los que no van a hacerla les dará igual que yo les diga que la hagan. Lo que me preocupaba es el que estuviera dudando y tal. “¿Yo hago la película Low Cost o no?”. Y entonces llego yo y le digo: “Hazlo”. Porque es chulo y el hombre tiene que mejorar y su voluntad y creatividad tienen que imponerse... Y va el tío y la hace con los más que posibles resultados de GRANDES FRACASOS. Y yo no quiero tener nada que ver con esos GRANDES FRACASOS.


Así que le dije a Miqui que tenía grandes reparos y tal, ya me invitaron una vez, ya me invitaron otra y dije que no. Y fue cuando a Miqui se le ocurrió poner la película Mamá es boba.


MIQUI OTERO

Yo perseveré.


SANTIAGO LORENZO

Claro, yo dije: “Ah, qué bien”. Porque como nos dieron tanto por el saco con esta película, yo cada vez que la quieren poner digo: “claro, ponla”. Así, más o menos, la película lleva ya varios millones de espectadores. Ha costado quince años, pero poco a poco... Mira, hoy se suman a lo mejor otros doscientos que están aquí, que tampoco, porque la mitad ya la habéis visto, venís a re-vi-si-tar-la. Y entonces pues... NO. Pero bueno. Hay millones de tíos que la ven por primera vez y luego unos cientos de miles que la ven por segunda vez. 



Yo nunca he sabido cómo presentar esta película porque... (PAUSA)... ya lo ha dicho perfectamente antes Jordi... (PAUSA) ...confluyen ambas vías de expresión: el cine y la novela. Esto (Los Huerfanitos) va de unos tíos que deben 360.000€, un dinero que no han gastado. Pues amigos, ésto está basado en hechos reales. Es decir, yo me encontré con que la gente tan simpática que llevó la producción de Mamá es boba había endilgado a mi nombre unas cantidades al cambio similares a éstas. La película se hizo con grandes problemas, todos solucionados porque estábamos detrás una panda de valientes. No fue el caso de Jordi, que escribió cosas muy bonitas, pero luego, cuando por fín salió la película empezaron a salir unos hijos de puta diciendo que yo era imbécil y que la película era una mierda y yo me quedé como un poco flipado (RISAS). Yo pensaba que les íbamos a dar pena porque llegábamos así, en plan Low Cost, se nos notaba que llegábamos con cuatro pelas y dirían: “Bueno, estos tíos, estos paletos hacen esta película y tal”.
Mamá es boba... 
pero algunos productores son listísimos.

En fín, nos pusimos y la acabamos. Y, de hecho, quince años después, la váis a ver. O a volver a ver, porque vamos, alguno de los presentes como Rubén Lardín, tú la has visto catorce veces. Jordi la ha glosado, ha escrito sobre ella, le ha influído en su vida personal (RISAS), Miqui llamará Martín a su hijo, que es el nombre del protagonista. 



Y hasta aquí el filme. A mí me gusta decir que es una película rodada en Palencia. A) porque es verdad; B) porque Palencia es como un sitio raro, extraño y entonces por lo menos tiene ese valor. “Sólo ha habido una película que se rodó en Palencia”.


Pero vamos, que yo encantado de que veáis Mamá es boba. A mí lo que me fastidia es que la película tenía que haber costado mucho menos dinero. Es decir, a mí siempre me sale animaros, aunque antes haya dicho lo contrario, a lanzaros al Low Cost, pero es que hubo partidas de producción absurdas, no sé porqué los del equipo se empeñaban en desayunar cada día zumito de naranja. Una panda de pordioseros que en su puta vida había desayunado otra cosa que achicoria me la acabaron metieron doblada (RISAS).


Con esto y con todo, hay que decir que al final el problemón de la deuda que me endilgaron se arregló en tres sentidos, a ver si me acuerdo. UNO, que todo aquél desastre económico se solucionó; DOS, que encima, a cuenta de que lo arreglo me eché una novia fenomenal cuyo padre arregló el asunto poniendo la pasta, oséase, un trato fenomenal; y TRES, que cuando hubo que escribir una novela sobre un pobre imbécil que debe una pasta que no tendrá en su puta vida, pues uno llegó con los deberes muy hechos y con una documentación muy aprendida. La novela en sí no sé qué os parecerá, lo que sí os aseguro es que está muy documentao. Unas pasiones muy vívidas, ¿no?



La novela supongo que sabéis de qué va, y si no pues os lo cuento. Son unos tíos que se encuentran con unos gastos que no han hecho y que tienen que pagar. Tres tíos que se tienen que poner a hacer una obra de teatro sin ningún tipo de ganas. Por fortuna, a la mayor parte de la gente no le apetece hacer obras de teatro. Están muy contentos y tranquilos en sus casas sin hacer más. Ellos, los protagonistas, son de esta ralea y se encuentran, de la noche a la mañana y por cuestiones que aparecen explicadas en los primeros capítulos del volumen, con que se tienen que poner a hacer TEATRO. Y bueno, es como si a mí me dijeran que tengo que volver mañana a Madrid en coche, que en mi vida he tenido un carnet. ¿Cómo va a acabar? En desastre.


Y esto nos devuelve al principio, porque ayer me contaba mi prima Inés (con quien estaba glosando en secreto toda esta charla) que la forma en la que se me solucionó todo el asunto fue fantástica para la vida real, porque apareció un señor a quien yo jamás olvidaré, que llega y me dice: “toma el dinero y tal”. Fue fantástico. Y me hago novio de la hija. Pero en una novela eso es una porquería de final. Es como si tú llegas a una playa y en una esquina dices: “Hombre, un cofre. Hombre, un tesoro. Hombre, voy a comprarle un anillo a mi mujer, “the wedding ring”... Eso sería fantástico pero en una película queda fatal. Así cualquiera. Tener un problemón así, que aparezca un tío y te diga: “No te preocupes, tú la cabeza fría, Santi, yo me ocuparé de todo lo demás”. El lector acabaría más que mosqueado por haber aguantado trescientas páginas pá que acabe con que aparece un Deus Ex Machina. Como podéis ver, esta es una charla en varios idiomas.



Y ahí fue donde tuve que echar el resto, porque en la segunda parte no podía contar mi experiencia real porque narrativamente era fatal, aunque biográficamente fue fenomenal. Así que ese es el final que tendréis que descubrir vosotros. 



Es una novela muy madrileña basada en localizaciones reales y está pasando ahora. En algún punto del 2013 la acción acaba. Así que si la acabáis antes de que acabe el año es mejor porque está pasando ahora mismo. ¡Hala, qué subtexto! ¡Hala, qué invasión de la realidad! Así que apresuráos a comprarla. 
Santiago Lorenzo, UN JRANDE DE ESPAÑA.



MIQUI OTERO

Pues si alguien del público se anima a poner en jaque a Santiago con sus preguntas...



ANCIANO TERRIBLEMENTE INQUIETANTE QUE HA NACIDO PARA TRABAJAR CON VENGA MONJAS Y LOS PIONEROS DEL S.XXI

Yo soy actor y a mí nadie me ha enseñado nada. Yo del cine siempre salgo de mala hostia. Sólo hay violencia. ¿No habría forma de que no se viera tanta violencia en el cine? Porque yo hace un tiempo me fui a una filmoteca y había ahí un señor que siempre había hecho de terrorismo. Y yo se lo dije a todos los que había ahí: "Mire uhté, ¿uhté por qué hase siempre lah pelih de terrorihmo?". Porque la gente parece que eso se contagia. ¿Por qué no puede ser como antiguamente que ponían Lo que el viento se llevó o Cantando bajo la lluvia...? A mí eso me impresiona muchísimo.


SANTIAGO LORENZO
(Rotundo)

¡NIEGO LA MAYOR! ¡NO HAY NINGUNA VIOLENCIA! ¡HACEN QUE SE PEGAN PERO NO SE PEGA NADIE! ¡HACEN QUE MUEREN, PERO NO MUERE NADIE! Y eso no es óbice para decir que Lo que el viento se llevó está muy bien. Y Cantando bajo la lluvia. Pero yo tengo una ocasión cada quince años para poner Mamá es boba y me voy a poner a hablar de Escuela de Sirenas? (RISAS) 


PÚBLICO

Hay un momento en el libro en el que uno de los actores que ayudan a construir la representación recita el texto incluyendo las acotaciones. Y escribes: “Esto que parece tan extraño ha sucedido en una grabacion de hace cinco años”. Yo creo que dado que estás presentando la novela, esta acotación debería ser explicada. Es decir, ¿en qué otro instante has visto a un actor que recitaba no sólo el texto del personaje sino también toda la descripciónde las acciones?.


SANTIAGO LORENZO

Muy interesante pregunta. Y vuelve a ser otra intromisión de la vida real en la vida ficticia, aunque en el texto, supongo, lo que dice es que “hace seis años pasó en el rodaje de una vida real”. En 2006 estaba yo rodando una película que se llamaba Un buen día lo tiene cualquiera. Y llegaron y dijeron: “No, no, a esta tía la vas a meter. Y digo: “Bueno, pues venga”. Escribo un papel de dos líneas. Y me llama la tía y me dice: “Holaaaaaa... Mi papel es muy corto. ¿Quién hace la protagonista?”. Entonces empecé a pensar como se podía hacer y escribí una secuencia de una página. Supongo que ella dijo que esa página de mierda seguía siendo corto, pero se quedó con eso. Y en efecto, un día nos fuimos a hacer una lectura. Yo había escrito el guión. Y de repente esta chavala empieza a decir unos diálogos que a mí no me sonaban de nada. Yo me asomé un poco así como por encima para ver su guión y descubrí que con el rotu STYLO-BOSS había hecho eso que hacen todos los actores, que es subrayar sus diálogos, pero es que esta lo había subrayado todo: diálogos, acotaciones... TODO. Y empieza a leer: “Enfurruñada se levanta de la mesa”. (CHOTEO GENERAL) Y esto aparece en Los Huerfanitos, claro, porque a la gente que mola hay que meterla. (MÁS CHOTEO)

PÚBLICO
¿No hay posibilidad alguna de película de Los millones?


SANTIAGO LORENZO
Puuuuueeeees... A mí me parece como si lo del cine yo lo hubiera soñao, ¿sabes? El otro día de repente se me pega por la calle uno del cine. Una cosa muy rara. Yo no... Yo no tengo ni idea. Yo cuando empiezo a pensar eso me acuerdo de una cosa que dijo Borges, que era que todas las reflexiones que haga el hombre respecto del tamaño del universo están condenadas al fracaso, porque el tamaño de la cabeza del hombre no da para pensar en el universo. A mí me pasa igual. No, no sé. Hay unos que dicen... Pero nunca pienso en esas cosas. La película ya está hecha, que es Los millones, y es una novela. Y se ve bien y el sonido está fenomenal, que siempre fue un problema que yo tuve, el sonido.