Crónicas de las Dos Haches: GAME @ Club Duvet (BCN)

(La siguiente crónica se publicó originalmente en Urban Music Online en noviembre del 2010. Organizado por la misma promotora que poco antes trajo a Fat Joe a la ciudad condal, al menos en esta ocasión no nos amenazaron de modo explícito con requisarnos las cámaras si intentábamos documentar gráficamente el evento -al fín y al cabo, íbamos debidamente acreditados-, pero de ahí a decir que nos iban a poner las cosas fáciles hay un buen trecho. Un trecho de cinco metros, aproximadamente, ya que esa es la distancia desde la que el gran Brazo de Hierro tuvo que colocarse para tratar de hacer su trabajo como fotógrafo.)

(La crónica en sí, tras el salto de cama)

Foto de Brazo De Hierro. 

Estimado Jayceon Terrell Taylor (aka Game):

Deja que te explique. El pasado martes asistí a tu primer show en Barcelona. Al entrar en el Club Duvet (cuya apertura de puertas tuvo lugar una hora más tarde de lo previsto), DJ Rafa calentaba el ambiente como la ocasión lo merecía, oséase: sonido West Coast del majo. El público iba entrando con cuentagotas, pero eso es lo que tienen los detectores de metales en la entrada. Son efectivos, vale, pero rápidos lo que se dice rápidos no son.

Te hiciste desear, ¿eh pillín? Eso sí, cuando llegaste al local lo hiciste a lo grande, con un dispositivo de seguridad de los que quitan el hipo y con el aplomo del que se sabe respetado en todos los hoods worldwide. El aullido colectivo de los ahí presentes hizo saber que te teníamos ganas (no hommo) y que la larga espera no era nada comparado con la emoción de verte en persona, por fin, andando entre nosotros, oh pobres mortales.

Un rato después apareció tu hombre Kris Stylez sobre el diminuto escenario, y ahí ya vimos que la cosa iba en serio. Haciéndose merecedor de su lugar tras los platos, logró que la temperatura de la sala subiera un tanto más si cabe, y cuando ya no sabíamos si erigirle un altar o arrancarle la cabeza (dos horas y veinte minutos de retraso sobre la hora prevista) APARECISTE TÚ. Con un micrófono en la mano, además, detalle que te honra. Claro que, una vez empezaste a hablar y rapear por él, no habría estado nada mal que sonara medianamente bien. Las cosas como son: tu voz (ya de natural rasgada) era un cruce entre DMX puesto de benzedrina y un tirannosaurus rex cantando death metal.

Eso sí: qué actitud, Jayceon, qué actitud. Saliste a comértelo todo. Y no sólo a comértelo, también a bebértelo, habida cuenta de las dos botellas de vodka Grey Goose que te cascaste en el escenario, una de ellas casi del tirón. Pero eso son chorradas, porque tuvimos el privilegio de escuchar (o intuír) temazos del calibre de "My Life", "WestSide Story","Higher", "Dreams", "How We Do", o ese medley a partir de temas del The Chronic, Doggystyle o 2001, pasando por el "California Love" de nuestro añorado 2Pac. Incluso lograste que nos sintiéramos parte importante de ese interminable beef intermitente que te traes con Fifty y compañía, animándonos cada dos por tres a recordar "cariñosamente" a esa crew de la que un día formaste parte, ahora rebautizada por ti como "G-U-Not".

En fin, hermano (espero me permitas el compadreo), poco más puedo decirte. Yo seguiré escuchándote, claro que sí, y siguiendo tu Twitter, que es para echar unas buenas risas. Y por encima de todo, por favor, tú no hagas caso a esas malas lenguas que piensan que 30 o 35 pavos se merecen algo más que unos escasos 45 minutos de show con un sonido pésimo. Envidiosos, eso es lo que son, sin más.

Al fin y al cabo, ¿qué sabrán ellos, no?