ELS DIJOUS DE L´ESCAC / 5 JULIO 2012 / FILMOTECA CATALUNYA / MAPATXCELONA
JAUME BALAGUERÓ - ALBERTO MARINI
PRESENTA ÁNGEL SALA
(ALERTA: SPOILERS A CASCOPORRO)
(Para descargar la versión PDF que se ha currado Anita Pies fríos, haz que tu ratonáceo muerda AQUÍ)
(ALERTA: SPOILERS A CASCOPORRO)
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El Lobo Feroz, La Dondella y tres adorables cucarachas. |
ÁNGEL SALA
Holaquétal, ¿cómo están ustedeeeeeeeeeees?
PÚBLICO
¡Con calooooooooooooor...!
ÁNGEL SALA
Coño, es que es verano, ¿qué esperábais? En fin, hoy tenemos aquí a dos amigos y cineastas que están muy vinculados al Festival de Sitges. Se trata de Jaume Balagueró y Alberto Marini, los principales responsables de Mientras duermes.
Con una larga trayectoria como productor y guionista (en Filmax durante muchos años y ahora desde Invasión Terrestre, su propia productora), Alberto es un hombre que abarca muchas facetas del cine, desde las más industriales a las más artísticas; y Jaume pertenece a esa generación gloriosa de finales de los 90 que demostró, primero con sus cortometrajes y después con Los sin nombre, que en este país se podía hacer cine de género con bajo presupuesto pero mucha inteligencia. Además es creador, junto a Paco Plaza, de la única gran franquicia del cine de terror español (REC), amén de que en su carrera no se encuentra prácticamente ningún fracaso comercial dentro o fuera de nuestras fronteras.
Jaume, para empezar me gustaría preguntarte cómo abordaste el proyecto de Mientras duermes, una película que supone completar un ciclo de maduración en tu obra, y cómo encaraste el riesgo de saltar a otro tipo de público más adulto.
JAUME BALAGUERÓ
Cuando acabo una película nunca sé muy bien qué es lo que querré hacer a continuación, así que no creo que una película como Mientras duermes, más reposada y cerebral de lo que es habitual en mí, sea una reacción a mis últimas películas de infectados o con mayor carga violenta. No, no es así realmente. Simplemente me lo voy encontrando.
Es muy curioso porque este guión me llegó de una forma un tanto accidental. Luego os lo contará, pero Alberto escribió ese guión con la idea de dirigirlo él y me lo pasó para que le diera mi opinión. Lo leí y le dije que me había gustado mucho. Él insistía, porque pensaba que quizá yo no estaba siendo sincero por miedo a herirle, así que le contesté que me había gustado tanto que, si pudiera, lo dirigiría yo mismo. Y resulta obvio que le gustó la idea.
Supongo que realmente esa es la clave: encontrar una historia chulísima que te guste tanto como para llamar a alguien en mitad de la noche y necesitar contársela... Y eso es lo que me pasó con este guión.
ÁNGEL SALA
Me da la sensación de que es una película muy calculada para conseguir sus propósitos. Alberto, tú llevas mucho tiempo dedicado al lado más industrial del cine, la producción. ¿Cómo influye todo ese bagaje a la hora de escribir un guión como el de Mientras duermes?
ALBERTO MARINI
Antes que nada quería daros las gracias por invitarme, porque a los guionistas nunca nos traen a estos saraos (RISAS). También quería decir que la película no es autobiográfica (MÁS RISAS). Es cierto que durante 12 años he estado en Filmax, primero en el departamento de desarrollo como director de contenidos y después como productor ejecutivo, pero Mientras duermes lo escribí en SPEC (oséase, en mi tiempo libre) por una necesidad personal mía de no trabajar siempre por encargo del mercado..
Después, por supuesto, no puedes olvidarte de lo que es el mercado en la realidad, porque un guión en sí mismo no es nada si no se convierte en una película, así que en mi cabeza siempre estaba la intención de llevarlo a producir.
Respecto al bagaje que comentas, lo que es inevitable es que, para bien y para mal, cada vez que me pongo a escribir y pongo una cabecera no puedo evitar pensar cuánto puede costar el alquiler de una localización o el coste que puede tener cada secuencia, lo cual no es una ventaja necesariamente porque de alguna manera supone poner límites al proceso de escritura.
ÁNGEL SALA
Como estáis contando, Mientras duermes era un proyecto de Alberto, y lo curioso es que en la película hay una combinación de varios temas que ya están presentes en los trabajos previos como director de Jaume, especialmente esa obsesión por vetustas comunidades de vecinos, que es algo muy propio de nuestro país y que tan bien quedaba retratado en la primera parte de Rec o esa estupenda TV MOVIE que es Para entrar a vivir (sin olvidar la magnífica La comunidad de Álex de la Iglesia). ¿Cómo surge esta conexión con tu propia imaginería cuando partes del guión de otra persona?
JAUME BALAGUERÓ
El Mal también lleva corbata. Fuente de la imagen: Rolling Stone |
Respecto a lo de la conexión, supongo que en esta historia encontré muchas cosas que tienen que ver con aquello que a mí también me interesa. Yo he hecho muchas películas sobre el mal, sobre la maldad, porque es algo que me da miedo, y este guión versaba realmente sobre la maldad y la posibilidad de abordarla de una forma diferente a como lo había hecho anteriormente, que ha sido siempre con un enfoque un poco más sobrenatural o conceptual. Esta era una historia que abordaba la maldad de una forma cotidiana, realista... Me gustaba eso.
En cuanto a mi supuesta obsesión con las comunidades de vecinos... A ver, antes que nada quiero aclarar que yo vivo aislado en una mansión entre grandes terrenos... (RISAS) Qué va, la verdad es que siempre he vivido en comunidades de vecinos, pero no creo tener ninguna obsesión. Eso sí, es cierto que algunas de mis películas están engranadas dentro de ese tipo de comunidades.
Creo que mi primera película sobre el tema fue Para entrar a vivir, la TV MOVIE por encargo que escribí con Alberto para homenajear a las Historias para no dormir de Chicho Ibáñez Serrador. En este caso el vínculo sí que viene de una inspiración precisa, porque en aquel momento yo estaba buscando casas en alquiler y tuve una experiencia con una señora que me inquietó. Contada ahora, la anécdota no tendría mayor importancia, pero me inspiró la historia de una pareja que busca piso, y ya con Alberto desarrollamos esa premisa en una comunidad de vecinos.
Luego vino REC, en la que quisimos contar una historia “clásica” de terror con un formato completamente distinto, pero para tener mayor control necesitábamos un espacio acotado, y ahí fue cuando decidimos meternos en una comunidad de vecinos y no salir al exterior, lo que nos permitía desarrollar una historia concreta de terror de una hora y media en tiempo real.
Después llegó Mientras duermes, pero esta vez ya fue cosa de Alberto situar su guión en ese contexto. Ahora, si mi próxima película, por la excusa que sea, vuelve a tener lugar en una comunidad de vecinos... Entonces sí, amigos, estaríamos hablando de obsesión y creo que deberíamos empezar a preocuparnos
ALBERTO MARINI
Me temo que voy a tener que dejarle un poco por mentiroso, porque el guión original que él leyó no transcurría en una comunidad de vecinos en Barcelona sino en New York, y estaba más centrado en los dos personajes principales: la inquilina y el portero. Recuerdo que cuando tuvimos la primera reunión en la que ya era una opción real que él dirigiera la película, su sugerencia fue abrirlo más a los demás vecinos... Así que lo que yo haría es preocuparme desde ya. (RISAS)
En lo que a la maldad se refiere... Yo quería involucrar a Jaume como productor y sabía que por ahí había posibilidad de interesarle, así que en un primer momento me sorprendió que la quisiera dirigir porque no era una película de terror clara, sino que jugueteaba continuamente con los mecanismos del thriller. En esa versión del guión había mucha introspección psicológica, mucha voz en off (que sé por experiencia que no es algo que le guste demasiado), pero lo que me convenció fue su empeño en mantener la filosofía del guión, que le gustaba. Sinceramente, creo que lo mejor que te puede pasar cuando trabajas en SPEC es encontrar a un director que coge tu guión y lo respeta, haciéndolo suyo para trasladarlo a la película.
A mí el cine que me gusta es el que explota esos lados oscuros de la personalidad, y el cine de Balagueró siempre se ha movido en esos terrenos. De hecho, recuerdo que una de las razones para quedarme en Barcelona a vivir (porque yo soy italiano, por eso hablo raro) (RISAS), fue porque en el 99, cuando vine aquí para una práctica que tenía que durar sólo dos meses, me quedé flipado al ver Los sin nombre en el Festival de Sitges. Y cuando en Filmax me dijeron que había la posibilidad de producir la siguiente película de Balagueró, no me lo pensé dos veces y decidí echar raíces..
JAUME BALAGUERÓ
Todo eso es muy bonito, pero lo que Alberto no os ha contado es que aceptó que yo dirigiera la película únicamente si se incluía un homenaje a la Juventus...
ALBERTO MARINI
...y lo hay.
JAUME BALAGUERÓ
También hay un homenaje a Ingmar Bergman, pero de eso no me hago responsable. Es gracioso, porque yo soy muy perfeccionista y un poco maniático con estas cosas, pero el libro de Bergman que aparece en la película lo descubrí estando ya en montaje. De hecho, si llego a ver al atrezzista o al director artístico colocarlo durante el rodaje, probablemente lo hubiese quitado porque me parecía un poco evidente. Pero no, ahí está. Y que está muy bien, ¿eh? A mí me gusta mucho Bergman.
ÁNGEL SALA
Algo que de entrada es muy valiente y arriesgado en cualquier tipo de cinematografía, pero más en una escena tan acomodaticia como la española, es hacer del villano el protagonista absoluto de la película. ¿Cuáles son los mecanismos para hacer esa historia atractiva a un espectador poco acostumbrado a este tipo de punto de vista?
ALBERTO MARINI
Al principio, el tratamiento de la película era distinto. Nació como una película más extrema y destinada a pequeños circuitos de explotación alejados de un público mainstream. El cambio vino cuando la película se convirtió en el siguiente proyecto de Jaume, entonces sí tuvimos que pensar en un público más amplio.
Es decir, ¿cómo podemos empatizar, identificarnos con él? Querer lo mismo que quiere el villano nos convierte a nosotros mismos en villanos, y eso es muy dificil de conseguir, pero si podemos hacer vivir al espectador y al protagonista las mismas emociones, de este modo logramos empatía. Entonces busqué un sentimiento que creo común a todo el mundo como es la envidia (entendida como malestar por la felicidad ajena), y una vez creado el vínculo con el público, nos esforzamos en enfatizar esta envidia del protagonista, dando a entender que una persona puede vivir este sentimiento y sufrir por ello hasta el extremo de vivir para provocar el dolor ajeno y así dejar de sufrir.
La Endibia, ese gran pecado capital. Fuente de la imagen: Peso Ideal |
JAUME BALAGUERÓ
Pero la película habría inaugurado el Festival de Sitges. (RISAS)
ÁNGEL SALA
Jaume, esta es una película que tiene un ritmo muy diferente a otros thrillers del mismo estilo, sobre todo los producidos en Hollywood. ¿Cómo planteaste todos esos elementos que conforman el film y cómo surgieron para hacer de Mientras duermes una película tremendamente original?
JAUME BALAGUERÓ
Cuando leí el guión flipé, porque era una historia aparentemente muy manida sobre un tipo siniestro que atormenta a una vecina maravillosa y feliz, pero de pronto me di cuenta de que Alberto le había dado la vuelta al contarlo desde el punto de vista del tío chungo y no del de la chica, lo que abría un amplio abanico de posibilidades maravillosas para generar suspense, giros y sobre todo producir conflictos morales en el espectador, que es algo que me apasiona.
El reto estaba en que todo eso funcionaba muy bien sobre el papel, pero luego había que hacer ese personaje atractivo para el espectador, y había dos elementos que yo podía manejar para conseguirlo. Uno era el propio carisma del actor, que se trasladaría al personaje y hacía de Luis Tosar la elección perfecta para el protagonista; el otro era el concepto de participación, es decir, el espectador al final lo que vive es aquello que tú le dejas vivir. En ese sentido había que dejar que el espectador fuese parte del mal, obligarle a ser parte del mal... Esa era la técnica que había que utilizar en esta historia y lo que hace que ver la película sea una experiencia original.
ÁNGEL SALA
Es una película que en muchos momentos, en manos de otro director o guionista, posiblemente habría resultado bastante complicada de ver. Es fácil imaginarla dirigida por Michael Haneke, ese señor que necesita unas vacaciones en Miami con carácter de urgencia, aunque entonces el visionado se haría insoportable. El guión hace equilibrios continuamente con una cierta tensión angustiosa, pero siempre mirando a que el espectador utilice esa angustia y ese miedo en beneficio propio para una experiencia positiva de disfrute. Al mismo tiempo es una película que deja un poso amargo, un equilibrio muy difícil que imagino ya estaría presente en el guión. ¿Cómo trabajásteis esas ideas para que ninguna ganase terreno a otra y lograr un resultado tan equilibrado?
ALBERTO MARINI
Cuando Jaume me dijo que le gustaría dirigir la película empezamos a hablar de su filosofía, de cómo veía él la película, y empecé a proyectar cosas. A mí lo que me gusta de esta historia es el juego que tiene con el espectador de meterlo siempre en un dilema moral, porque dejarse seducir por el personaje interpretado por Luis Tosar y desear que tenga éxito implica desear que la chica, la buena de la película, sufra. Cada secuencia está construída para que no haya dudas acerca de lo que hace el protagonista y que el espectador elija, según sus cánones habituales, lo que es moralmente aceptable o inaceptable, hasta llegar mediante un crescendo a un punto de la película en el que el público tiene que tomar partido y entonces, según su elección, el final será o no será feliz.
JAUME BALAGUERÓ
Mientras duermes es una película muy naturalista, muy realista, habla de lo inmediato, de lo cotidiano, hay elementos en los que resulta fácil reconocernos porque pasan en nuestra casa o en nuestra comunidad de vecinos. Pero también combinamos ese naturalismo con cierto tono de fábula.
Es decir, tenemos a una buena muy buena, la doncella; y a un malo muy malo, el lobo feroz. Y claro, vosotros como espectadores queréis saber porqué es tan malo, pero tal vez nosotros no os demos la respuesta. Me gustaba eso porque era muy delicado mantener el equilibrio entre el naturalismo y el realismo con lo oculto, lo oscuro, lo sórdido y esa cosa de fábula, de sentido del humor, de la cotidianidad con personajes que de pronto son simpáticos, con cosas que te hacen sonreir, ese juego, muchas canciones pop, muchas cosas atractivas que hacen que el paquete sea muy agradable... pero es que el regalo que hay dentro es verdaderamente muy chungo.
ÁNGEL SALA
Cambiando de tercio, me gustaría preguntarle a Jaume sobre otros aspectos de su carrera.
¿Cómo recuerdas tus inicios en el cortometraje y qué significaron para ti y tu proyección los dos cortos que firmaste a mediados de los años 90, Alicia y Días sin luz?
JAUME BALAGUERÓ
Yo no tenía ningún tipo de contacto con el mundo del cine más allá del de mero espectador, así que lo recuerdo desde el punto de vista de un chaval de 24 años con una pasión brutal desde niño por hacer cine en un mundo que era muy hostil para él.
Básicamente lo que hice fue ahorrar, ahorrar y ahorrar. Mis colegas se iban a tomar cervezas o se compraban una moto y yo no, yo lo guardaba todo. Al final, entre lo que conseguí y la ayuda que recibí de mis padres y amigos, conseguí hacer mi corto con un millón de pesetas y tuve la suerte de que tuviera una cierta trascendencia y trayectoria por festivales, lo cual me lanzó un poco hacia adelante y me facilitó las cosas para poder hacer otro corto.
También es cierto que en aquella época los directores de cortometrajes se enfrentaban a un espejismo que no era otro que la propia industria de los cortometrajes. Es decir, había hasta un Star-system con sus directores estrella y todo. Tú ibas a un festival de Zaragoza y te instalaban en una residencia de estudiantes en la que encontrabas a cortometrajistas de toda España, y al que había ganado un premio en Bilbao o en Alcalá de Henares ya lo veías como a una estrella, realmente era así.
Balagueró, el amigo de los niños. Fuente de la imagen: Proyecto Naschy |
Claro que luego, cuando te enfrentas a la posibilidad de hacer tu primer largometraje te empiezas a tirar del pelo porque te das cuenta de que todo eso no sirve para nada. Más aún en mi caso, porque yo siempre he ido un poco a lo loco. Los sin nombre nació porque encontré una novela y escribí un guión basado en ella. Ahora lo normal sería comprobar si los derechos están libres, comprarlos... Pero no, no, no, no, yo leí una novela que me gustó mucho y dije: “voy a escribir un guión”. Y lo escribí. Pum-pum-pum. Y todo el mundo me decía, “pero tío, si no tienes los derechos”. Fue entonces cuando el productor que había estado conmigo en los cortos empezó a gestionar los derechos y los consiguió.
Pero levantar mi primer largometraje fue una odisea de años, primero porque nadie confiaba en una película de género y estaban convencidos de que en España ese tipo de cine no se podía hacer, y segundo porque era el proyecto de un director novel al que, aparte de en Zaragoza y Alcalá de Henares, no lo conocía prácticamente nadie más. Pero al final la película salió adelante y a partir de ahí ya todo empezó a ser un poco más fácil.
ALBERTO MARINI
A ver, yo quiero hacer una aportación para no desanimar totalmente a la peña y es que, desde el punto de vista de un productor, los cortos no se olvidan. Un corto que gana muchísimos premios no es garantía de nada ni te garantiza que te vayan a producir una película, pero si eres novel, yo creo que lo mínimo que se requiere que tengas es o una visión, o un proyecto muy chulo, o un corto bajo el brazo...
JAUME BALAGUERÓ
No, claro, no me refería tanto a que los cortos no sirvieran para nada sino a ese espejismo de Star-system. Alberto, sin ir más lejos, ahora está produciendo Los últimos días, una película de David y Àlex Pastor, dos directores que hicieron un corto que dio la vuelta al mundo y les permitió debutar en el largo en USA, no en España.
ÁNGEL SALA
El mismo Jaume ha dicho que hace unos años plantearse una película como Los sin nombre o Acción mutante era una locura. Sin embargo, hoy es algo más normal. Cuesta, porque en este país cuesta hasta bajar a comprar el pan, pero la gente ya no se asusta cuando estás haciendo una película sobre el apocalipsis como Los últimos días o sobre un vecino tarao como Mientras duermes. Alberto, ¿Se puede hablar de milagro del cine de género en España, se puede hablar hablar de fenómeno, de tendencia...?
ALBERTO MARINI
Yo no hablaría de “milagro”, hablaría de “fenómeno”...
ÁNGEL SALA
Necesitamos muchos milagros aquí, por eso he utilizado el término “milagro”...
ALBERTO MARINI
Yo cuando vine a España fue porque había conocido a una chica española de Erasmus en Italia. Eso es cierto. Pero también es cierto que hice todo lo posible por entrar en Filmax porque había leído que un señor de aquí y Brian Yuzna tenían el proyecto loco de crear una factoría de cine fantástico, con sede en Barcelona, para producir películas de género con la intención de que se vieran en todo el mundo. Y recuerdo que aquí tenía amigos que me decían: “Están locos, no vayas, no tiene sentido lo que quieren hacer”. Y a partir de ahí hubo un cambio radical. No estoy diciendo que Filmax fuera la base de todo, pero lo que es innegable es que se ha creado una escudería de directores muy capaces de producir un cine de género que se ha demostrado perfectamente exportable.
Esto ha generado dos fenómenos: uno, que los chavales que están estudiando cine tienen por primera vez referentes que han conseguido hacer un cine cercano al que ellos mismos quieren hacer; y dos, que en el mercado internacional se espera con expectación y tensión una película de terror con director español porque saben que ahí hay un filón comercial. O al menos así ha sido durante unos cuantos años, ahora quizá se ha dado la vuelta a la tortilla porque hay demasiado producto de terror español en circulación y se mira todo más detenidamente.
También es cierto que el género es un tipo de cine que funciona independientemente de la lengua de rodaje o de los rostros de los actores que interpretan los papeles principales. Además tiene un público que es fiel, sabe superar las barreras idiomáticas y sigue gastándose dinero en esos productos.
JAUME BALAGUERÓ
Yo creo que en los años 80, alguien que quisiera hacer cine estaba más relacionado con el mundo del arte y ensayo. Existía un concepto más como de autor, de cine europeo, con muchos prejuicios a todo aquello que oliera excesivamente a norteamericano...
¿Qué ocurre? Que las generaciones posteriores no han crecido en los Cine-Clubs viendo películas de Bergman, sino que han crecido en su casa viendo en una misma noche a Bergman y a Tarkovski, pero también a Lucio Fulci, una de caníbales italiana y una de acción de Serie Z americana. Y las han disfrutado todas igual. Y aman eso. Aman tanto el cine de autor como la Serie B o la Serie Z porque todo eso ha formado parte de su vida y les ha hecho feliz, y ahora hay gente que quiere contar las historias que ha visto cuando eran niños o cuando eran adolescentes. No tienen miedo a abordar el género. Han visto y les gusta el cine de todas partes, bueno y malo, y se atreven a decir que lo que ellos quieren es hacer una peli de acción con muchas hostias. Y la hacen. Y no hay problema. Antes esta situación era un poco inconcebible porque iba en contra de lo que se suponía que tenía que ser un director de cine.
Es un poco caricaturesco como lo he contado, pero os aseguro que hay algo de verdad en ello. Vosotros me podéis encontrar a mí una tarde en un bar con Álex de la Iglesia y Nacho Vigalondo hablando durante mucho rato de Desaparecido en combate. Pero como connaisseurs, ¿eh? Eso es un síntoma de lo que os estoy contando, básicamente. (RISAS)
Chuck Norris, preparándose para maquetar su nuevo post en Blogger (AKA Apocalypse Blog). Fuente de la imagen: EON MAGAZINE |
ÁNGEL SALA
Es que la Cannon nos afectó mucho. Jaume, has dicho antes que para tu primera película te atreviste a hacer una adaptación por tu cuenta y riesgo de Los sin nombre de Rampsey Campbell. ¿Creéis que adaptar novelas es realmente un aspecto poco explotado en este país?
ALBERTO MARINI
Lo que está ocurriendo ahora, por lo menos fuera, es que impera un cierto conservadurismo. Toda película es un prototipo que implica un riesgo bastante alto, así que lo que están haciendo los compradores americanos, que son los que marcan tendencia, es comprar e invertir en proyectos que tengan un cierto valor de entrada. De ahí todas las secuelas, precuelas y remakes de películas ya hechas. No es que no tengan ideas, que las tienen, lo que ocurre es que no quieren arriesgar e intentan reducir los riesgos. No van a un prototipo sino que van a algo que está entre prototipo y estereotipo.
También tengo que decir que, aunque el proceso no es ni tan libre ni tan divertido como lo es empezar un guión nuevo desde cero, en términos de producción a mí me da más seguridad trabajar en un guión adaptado. Si yo compro u opciono una novela, ya sé más o menos que estoy invirtiendo dinero en algo que culturalmente ha sido testado y ha generado cierto tipo de emociones en mí, independientemente de que haya sido o no un éxito.
Yo creo que en el futuro habrá más adaptaciones de novelas que antes. Por ejemplo, yo trabajo con Random House y ahora en el departamento de ventas están muy atentos a todo lo que es la venta de derechos de adaptación cinematográfica. Hasta se mueven con productoras concretas para mover los manuscritos y tantear si estas obras tienen posibilidad de adaptación cinematográfica o no, porque en el business plan de una editorial ya tienen en cuenta este aspecto como uno de los capítulos más interesantes en el tema de ventas e ingresos.
ÁNGEL SALA
Otro tema que destaca en mayúsculas en vuestra filmografía es algo tan poco habitual en el cine español de género como la creación de la franquicia REC. En mi opinión, REC2 es, junto con Aliens, un manual de cómo tiene que ser una secuela. ¿Cuáles son los mecanismos para crear unas identidades a través de una película o de una continuación de un gran éxito?
JAUME BALAGUERÓ
Hay mucha gente con cierta visión crítica de que las secuelas se hacen meramente por una cuestión económica. Hombre, claro, es que las primeras también se hacen en ese sentido, pero nosotros nunca pensamos en hacer una franquicia.
Cuando se nos ocurrió hacer REC la idea era hacer una peliculilla que ni siquiera sabíamos si se estrenaría porque era algo un poco loco, pero luego esa peliculilla se estrena, de pronto gusta mucho a los espectadores y ves que en Internet hay mucho movimiento, la gente habla, la gente especula, hay mucho entusiasmo... Es entonces cuando te planteas hacer una segunda porque sabes que hay alguien que la va a disfrutar. Puede sonar romántico, pero tú cuando ideas una peli, trabajas en ella, la ruedas, la montas, la sonorizas y la estrenas, realmente lo haces con el sueño de que la gente se lo pase muy bien y sea feliz viéndola. Eso es lo que mueve a los que hacen cine, realmente es así.
Lo que también es verdad es que hay que saber cuándo poner un punto y final, porque si no... Yo recuerdo en los años 80, cuando había esas franquicias interminables de Viernes 13, que se hicieron nueve o diez, y fíjate que hasta la cuarta o la quinta todavía se estrenaron en cine.
ÁNGEL SALA
Sí sí, de hecho en USA se estrenaron todas en cine.
JAUME BALAGUERÓ
Y lo mismo pasa con Saw...
ÁNGEL SALA
...que hay una buena y seis malas.
JAUME BALAGUERÓ
La sexta es la buena (RISAS). No, a mí la primera sí que me gustó... La tercera es esa en la que hay un matadero con unos cerdos, que los van como licuando y le va cayendo el líquido del cerdo licuado a la chica...
ÁNGEL SALA
¿Por qué nos acordamos siempre todos de esa escena?
JAUME BALAGUERÓ
No sé. Recuerdo que fui al cine y estaba todo el rato pensando: “¿Pero qué estoy haciendo aquí viendo todo esto? Yo me voy a merendar por ahí...”. Era muy desagradable.
En cualquier caso, la idea de REC como franquicia es que la cuarta parte sea el punto y final definitivo conceptualmente.
ÁNGEL SALA
Mira que como reventéis la taquilla...
JAUME BALAGUERÓ
Sí, están los asuntos de taquilla como para reventones.
ÁNGEL SALA
Hombre, con tres millones ya está reventada.
JAUME BALAGUERÓ
Pero estas cosas nunca se sabe, ¿eh? Igual dentro de diez años...
ÁNGEL SALA
Un reboot.
JAUME BALAGUERÓ
Sí, porque por ejemplo no creo yo que en Viernes 13 XII le hayan preguntado mucho a Sean S. Cunningham... Igual no le preguntan ya.
ÁNGEL SALA
No, Paramount la hace directamente. También hay muchas películas de género que se hacen sin ese concepto y no se pueden hacer segundas partes.
ALBERTO MARINI
Claro. No tendría sentido hacer El Orfanato 2.
ÁNGEL SALA
Ah no, ésa la han hecho, ¿eh? Pero con otro título.
ALBERTO MARINI
Volviendo a REC, una vez que quedó claro que la peliculilla había sido un éxito fue cuando empezaron a surgir las preguntas: ¿Vamos a hacer secuelas o no? En caso afirmativo... ¿qué hacemos? ¿Vamos al modelo Saw de estirar el chicle o al modelo Aliens de dar algo nuevo al público? ¿Intentamos cambiar el género? ¿Encontramos otra localización? ¿No nos estrujamos demasiado el cerebro? ¿Qué es y qué define REC? ¿La cámara al hombro? ¿Los infectados? ¿El hecho de que sean Jaume y Paco los directores? Todas estas preguntas surgieron y se buscaron respuestas que para bien o para mal nos han llevado al lugar en el que estamos ahora.
Alberto Marini, gran partidario de las becas Erasmus. |
También coincido en lo que dice Ángel: REC2 puede gustar o no, pero me gusta muchísimo el ejercicio que se hizo de darle una vuelta más y pasar del género "infectados" a añadirle una pizca de “posesión”, dar más pie a la acción y jugar con otros elementos intentando mantener todo aquello que definía REC.
Después con REC3 (porque en REC4 yo ya no estoy) hubo otra tanda de preguntas: ¿Volvemos a los orígenes, al espíritu de REC? ¿Seguimos la línea marcada por REC2? ¿Vamos a hacer una película-película y abandonamos la idea del experimento?
JAUME BALAGUERÓ
Para la secuela había dos elementos que consideramos fundamentales por el carácter icónico que habían adquirido. Uno era el edificio de la primera entrega, que incluso se ha convertido en lugar de peregrinación para los fans más fans de la saga; el otro era la periodista interpretada por Manuela Velasco. No tanto que ella saliese sino por la historia que había alrededor de ella.
Hubo mucha gente que no reaccionó muy bien respecto al tema “posesión infernal”, en plan: “Ahora están con los demonios y tal... ¡TRAICIÓN!”, pero es que ese era un elemento que ya venía de antes. El magnetófono que aparecía al final de la primera parte ya sugería que toda esta “infección” no venía de un quesito caducado de La Vaca Que Ríe, sino que era algo que tenía que ver con vinculaciones entre la Iglesia, la indústria farmacéutica, cosas diabólicas... Así que era lógico que en la segunda fuéramos justamente a desarrollar esa vía que habíamos abierto. Y a mí me flipaba la idea porque era como una especie de Cronenberg Meets El Vaticano. Es guay.
Pero fijaos por ejemplo cómo en la tercera (en la que yo no he estado tan vinculado pero Alberto es el productor ejecutivo) se han apartado muy sabiamente de esa línea. Está clarísimo que el elemento cámara al hombro funcionaba, y hay una lógica que me dice que teníamos que seguir por ahí, pero también hay otra lógica que me dice que tenemos que ser prudentes, porque eso puede acabar siendo reiterativo y ya nos sabemos la copla. Era necesario encontrar una solución y creo que Paco la encontró al hacer una película que no tiene demasiado que ver con las anteriores pero que sucede al mismo tiempo que la primera. Es decir, era otro ejercicio que nace de estudiar qué es lo que se podía hacer pero con una conclusión distinta, y eso da como resultado otra película completamente diferente.
Al final yo creo que la característica que siempre hemos querido que esté más vinculada a la saga REC es la sorpresa, y la cuarta exige otra reflexión y conclusión diferente a la de las tres primeras QUE NO VOY A CONTAROS AHORA. (RISAS)
ALBERTO MARINI
Sí, al menos en las tres que ya se han rodado se ha procurado siempre que haya originalidad tanto a nivel de contenidos como a nivel formal. La primera, con el recurso de la cámara al hombro, tenía su originalidad por sí misma; la segunda también, porque más allá de la historia y la evolución en el género se estrujaron el cerebro para que hubiera algo añadido. Y en la tercera, los autores se las ingeniaron para justificar el cambio de formato al pasar de cámara al hombro a película convencional. No es que nos olvidáramos de pronto de la cámara al hombro, al contrario, se construyó el guión para que este cambio de formato estuviera justificado a nivel argumental e incluso fuera un elemento de originalidad en la película misma.
JAUME BALAGUERÓ
Evidentemente, REC no era la primera película que jugaba con ese tipo de lenguaje. Había antecedentes anteriores, y algunos muy importantes y recientes como The Blair Witch Project o una película que se llamaba Alien Abduction, en la que sale un extraterrestre por ahí y se ve que es buena pero que sin embargo no es conocida, la gloria se la llevó la otra. Si ahora hacemos la cuarta otra vez con cámara al hombro no vamos a ser originales, vamos a estar compitiendo con 700 películas con cámara al hombro que vienen de fuera...
ÁNGEL SALA
Más de 700...
JAUME BALAGUERÓ
¿Más de 700? Pues 800...
ÁNGEL SALA
900...
JAUME BALAGUERÓ
...muchas...
ÁNGEL SALA
Todas.
JAUME BALAGUERÓ
Es curioso, porque el género que últimamente está muy vinculado a la cámara al hombro es el terror satánico y las películas de posesiones. Pero es que justamente las de posesiones NO QUEREMOS VERLAS con cámara al hombro. ÉSAS NO. Ésas las queremos ver bien, ¿no? Ahí, con su rollo oscuras...
ÁNGEL SALA
¡Y bien enfocadas, por favor!
JAUME BALAGUERÓ
Pues no, mira, ahora ésas nos toca verlas así... Pero vamos, ya adelanto que en REC4 no habrá cámara al hombro, pero narrativamente encontraréis cosas guays.
ÁNGEL SALA
Jaume, en tu caso, y en el de otros directores españoles, hay cierta resistencia a atreverse con la aventura americana. ¿Cómo valoras esa posibilidad y en qué se ha basado tu decisión de ceñirte a trabajar aquí en España?
JAUME BALAGUERÓ
En lo de que la meca es Hollywood hay un punto engañoso, porque si ves el historial de algunos directores te das cuenta de que no les ha ido muy bien y vuelven un poco vilipendiados. La verdad es que me llegan proyectos, pero supongo que la negativa es un poco también por mi carácter. Me siento más seguro aquí en casa porque sé que puedo controlar mis pelis, sé que puedo hacerlas como yo quiero, sé que no me voy a tener que enfrentar a un sistema de estudios hostil y desagradable, así que mientras tenga libertad para rodar como a mí me gusta lo haré aquí. Ahora además hay un añadido, que es que se pueden rodar películas en España para un mercado internacional. El ejemplo de Lo imposible de Bayona es muy claro. Si no me equivoco es una película 100% española...
ÁNGEL SALA
No íntegramente, pero tiene un alto porcentaje de participación española. ¿Es posible hacer un cine global desde nuestro país que pueda competir en el mercado internacional o es necesario que esas películas estén rodadas en inglés? ¿Se puede plantear que producciones rodadas en español puedan llegar al mercado internacional sin problemas?
ALBERTO MARINI
Yo estoy con Jaume en que Lo imposible va a ser un hito y responderá definitivamente a tu pregunta. También depende del género, porque si estamos hablando de terror o ciencia-ficción con límites de presupuesto, se puede rodar fuera de Hollywood en inglés y tener mucho éxito. Hay películas que han tenido buenísimos resultados estando fuera de los ámbitos de Hollywood. Paranormal Activity es americana pero no pertenece al mundo de Hollywood, pertenece al mundo Indie, y The Blair Witch Project pertenecía al mundo de Nueva York.
El problema grande es que hay algunos géneros que requieren de una gran inversión. Cuanto más lejos estás de Hollywood más complicado es tener acceso al dinero, pero también es verdad que Hollywood, aunque todavía controle los circuitos principales de exhibición y distribución, ya no manda en este aspecto. El asunto está en producir fuera de Hollywood pero pactar con Hollywood para poder tener la mejor distribución posible, pero creo que todos sabemos que el sistema de trabajo de los estudios cohíbe mucho a los directores acostumbrados a tener cierto grado de libertad y creatividad.
ÁNGEL SALA
Quizá un claro modelo a seguir es el que ha establecido con mucho éxito en los últimos años Luc Besson. Casi nadie sabe que El 5º Elemento o Venganza son películas en su mayoría francesas a nivel de producción, sin embargo están rodadas en inglés con grandes estrellas americanas y han sido éxitos mundiales. ¿Es un modelo a tener en cuenta en un futuro?
ALBERTO MARINI
Exacto. Pero como he comentado antes, tienes que pactar con Hollywood. También es posible otro modelo de películas, de presupuesto más reducido, que se finalizan fuera de Hollywood con dinero internacional y dinero doméstico y se ven en todo el mundo, como podrían ser Red Lights, Grand Piano o Buried, que era más pequeñita.
Ahora mismo, tal y como está el patio por aquí, si quieres hacer algo mínimamente ambicioso con la intención de que tenga posibilidades de verse fuera, tienes que contar con dinero foráneo, y para conseguir eso tienes que pensar en contenidos y package creativo internacional. Eso no significa necesariamente que tengas que producir en inglés, el año que viene Daniel Monzón va a producir El niño, una película ambiciosa con dinero francés y preventas internacionales que será rodada en castellano.
JAUME BALAGUERÓ
A ver, a lo mejor queda un poco mal decir esto, pero para mí es tan importante que la película tenga éxito en Mexico como que tenga éxito en España. Queremos comérnoslo todo y en todo el mundo.
De todas formas, no olvidemos que el tema del idioma es importante. Es decir, si nosotros queremos que una película hecha aquí y con dinero de aquí pueda llegar a ser una película de éxito en USA, además de que sea una película que pueda funcionar y tenga un concepto vendedor, necesitamos que esté rodada en inglés. Básicamente porque si no es así solamente podremos estrenarla en un circuito de salas en V.O. que son como las de aquí, muy minoritarias y a las que va un público muy específico, cinéfilo e interesado.
El ejemplo más claro de esto es REC. Si la hubiéramos rodado en inglés, probablemente se hubiera estrenado masivamente en todos los multiplex de USA y a lo mejor se hubiera convertido en un gran éxito, pero no la podían estrenar porque sólo se podría ver en las salas de V.O. ¿Y qué ocurre? Que estrenar REC (cuyo público potencial es básicamente adolescente y juvenil) en el circuito de V.O. es como si aquí alguien dijera: “No, no, he comprado una americana de zombies que es brutal y la voy a estrenar en el ICÁRIA-YELMO, en el VERDI y en los cines RENOIR”. Macho, no va a ir nadie porque los chavales que irían a verla no van a esos cines.
"¡QUEREMOH VÉ LA CUALTA DE REC EN LOH CINEH RENUÁÁÁÁÁÁÁ!" Fuente de la imagen: Fondosdepantalla.biz |
ÁNGEL SALA
Ahora que lo mencionas, tú tuviste una experiencia muy “especial” con Darkness, una película que en USA estrenó Dimension, la división de los hermanos Weinstein de Miramax para el cine de género, y consiguió recaudar 30 M$ en plenas navidades.
JAUME BALAGUERÓ
Bueno, fue una experiencia un poco contradictoria. En el lado positivo hay que decir que me puso en contacto con el mundo de Hollywood y me sirvió para aprender cómo trabajan y cómo lidiar con ellos, cómo reunirme con ejecutivos, cómo discutir, el mundo de los test-screenings, que es fascinante...
Aprendes muchas cosas, pero también es verdad que hubo un choque importante cuando decidieron quitar 12 minutos claves para entender la película y así conseguir que se calificara como PG13. Aún así la estrenaron e hizo mucho dinero. Son las cosas del cine.
ALBERTO MARINI
Recuerdo que cuando me presentaron a Jaume en Filmax y le dijeron que yo iba a ser el consultor de guión de Darkness, a él no le hizo ni puta gracia porque estaba acostumbrado a escribir solo. Incluso me lo hizo saber de manera indirecta, y lo entendí. También recuerdo que nuestra amistad o relación profesional se consolidó definitivamente cuando un día estábamos contestando a las videoconferencias y a los mails de la gente de Miramax. No voy a criticar su manera de trabajar porque por algo han conseguido crear un imperio y llegar a la posición en la que están, pero fue muy complicado transmitirles las claves de Darkness y comprobar que ellos valoraban el guión en base a otros elementos. Los valores eran distintos, era una manera de funcionar muy distinta de la nuestra y ahí nacen los problemas de comunicación que pueden acabar fácilmente en una ruptura de contrato.
-------------APÉNDICE-------------
SOBRE EL USO DEL SONIDO EN LA PELÍCULA
JAUME BALAGUERÓ
Antes he comentado que para Mientras duermes, pese a tener cierto tono de fábula, optamos por un estilo muy naturalista, cercano y creíble. En cualquier caso, una manera de potenciar esa intención era a través de un universo sonoro reconocible, nunca demasiado suntuoso pero también muy puntilloso y detallista en las pequeñas cosas mediante el uso de elementos que pueden parecer un poco conceptuales pero que no lo son tanto. La sintonía constante del programa de radio es un buen ejemplo, porque está muy presente. De algún modo sí que es un recurso conceptual, pero también nos reporta un poco al universo sonoro de nuestra propia vida porque nosotros siempre estamos escuchando la tele, o la de los vecinos, o la radio, o coches, siempre hay algo ahí de lo que no te puedes desprender porque es imposible eliminarlo, y eso también me gustaba.
SOBRE LA ELECCIÓN DE LUIS TOSAR PARA EL PERSONAJE PROTAGONISTA.
JAUME BALAGUERÓ
Cuando empezamos a preparar la película fue con vistas a rodarla en New York, así que al principio barajamos actores de allí, pero por unas cuestiones determinadas decidimos adaptar el guión y rodar en España, y creo que en cuanto decidimos venirnos para acá la elección obvia fue Luis Tosar. Yo venía de hacer REC y REC2 en las que justamente apostamos por actores completamente nuevos y desconocidos, pero Mientras duermes era una película que requería un actor con nombre, más mediático y consagrado. Y Luis era un poco el actor por esa ambigüedad que tiene y su capacidad para resultar brutal o tierno según le convenga.
ALBERTO MARINI
Recuerdo que íbamos a una reunión con Luis y estábamos bastante nerviosos porque nos lo estábamos jugando todo a una carta. Tú como director posiblemente tuvieras a alguien pensado, pero yo, desde producción, no tenía alternativas y no sabía con quién podríamos contar en caso de que Luís hubiese rechazado el papel.
SOBRE LA COINCIDENCIA DE QUE EN “LOS SIN NOMBRE” Y “MIENTRAS DUERMES” HAYA DOS CHICAS MUY MALAS Y MUY GUAPAS.
JAUME BALAGUERÓ
Bueno, las dos son niñas malas, dos niñas pérfidas, dos Lolitas. La diferencia posiblemente esté en que la de Los sin nombre juega al equívoco porque durante mucho tiempo pensamos que es buena, pero la de Mientras duermes es MALA-MALA desde el principio.
Si tienes que hacer una película en la que tienes a un personaje muy intenso, muy malo y es una niña, hay algo de mayor perfidia si es guapa que si no lo es. Igual es una tontería, pero creo que de alguna forma aumenta la maldad. Supongo que es una cosa casi semántica, pero al ser una niña muy guapa, la belleza desdibuja las razones por las que podría ser mala, y sin embargo (o además) es mala.
SOBRE EL PERSONAJE DE LA MADRE DEL PROTAGONISTA EN “MIENTRAS DUERMES”.
ALBERTO MARINI
Cuando la gente habla conmigo, lo primero que me dicen es: “para escribir lo que has escrito hay que estar tarado”. Después intimamos un poco y la gente no tarda en empezar a soltarse: “¿Y por qué no mostrásteis a César rompiéndole las piernas a su madre para dejarla en la cama de por vida?”. Esto... ¿Y yo soy el tarado? (RISAS)
La madre es un personaje que no estaba en el guión original y ha acabado cumpliendo dos funciones. La primera es que necesitábamos que nuestro personaje protagonista compartiera con el público algunas de sus motivaciones e intenciones. A partir de ahí buscamos una figura que se integrara de forma natural en el argumento y nos decidimos por ese personaje. La otra función es que amplifica la mitología malvada de César, que la visita cada día para contarle todas y cada una de las maldades que lleva a cabo sólo para hacerle la vida un pelín peor y generar en ella un constante sentido de culpa por haberlo parido. Ese es el personaje de la madre, y no pensamos que fuera necesario explicar más.
JAUME BALAGUERÓ
Yo voy a ir un poco más lejos, pero es una opinión personal, ¿eh? Para mí que ni siquiera es su madre, yo creo que un día en el hospital vio a una señora que no tenía a nadie que la visitara y él decidió hacerse pasar por su hijo para atormentarla. (RISAS)
En su bolso siempre lleva Cucal XXL. Fuente de la imagen: Terror Weekend |
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