Cumplidos diez años de la muerte del gran Joe Strummer, sus hijas le recuerdan en THE GUARDIAN.
Todavía reciente el estreno de THE DARK KNIGHT RISES en las pantallas, el blog MANDORLA de Santiago García ha acogido un sanísimo y requetemolón debate sobre el film. Los comentarios son de lectura obligatora, aviso. Eso sí, si eres de esos lerdos lamefarolas que ven envidia en toda crítica fundamentada... Que te folle un pez.
Wes Anderson amaba el cine. Wes Anderson hizo RUSHMORE. Wes Anderson amaba las piezas de crítica cinematográfica que Pauline Kael publicaba en THE NEW YORKER. Wes Anderson montó un pase exclusivo para Pauline Kael cerca de su casa. A Wes Anderson se le quedó cara de lelo. Te lo cuenta (y traduce) Rodrigo Fresánen su blog.
Chuck Palahniuk pasó fugazmente por Barcelona en abril, y Albert Fons no sólo estuvo con él, sino que escribió el mejor texto sobre el escritor que he leído nunca.
Si eres de esos "seres de luz" que creen que Paulo Coelho es el no va más de la literatura metafísicoespiritual, en fin, bastante tienes ya con lo tuyo como para que encima vaya yo hurgando en la herida. Si por el contrario tienes dos dedos de frente y cierta inteligencia, te lo pasarás teta con este resumen de EL ALQUIMISTA que Clandestino Menéndez publicó hace tiempo en CUADERNO CRÍTICO.
Allá por 1995, el enorme Tupac Shakur dio con sus huesos en la cárcel, donde ofreció una larguísima entrevista que ahora podéis ver en bruto, sin editar ni ná. PURO ORO.
El amiguete Egoitz Morenodispone en su blog de un apoteósico archivo con textos variopintos de Slavoj Zizek, así que no sé qué carajo hacéis leyendo este patético blog en lugar de correr cual mapache ladronzuelo para HACEROS CON TODOS.
Ya está disponible para pajearos para vuestro visionado el nuevo TETAS Y CULOS, esta vez revisitando ese truñaco infumable ese pedazo de mierda audiovisual (divertidísima de ver, eso sí) llamado SHOWGIRLS. ¡Al ataqueeeerl!
Estaciona, frena, activa freno de parada, comprueba las portezuelas traseras por los retrovisores.
ELLA es morena, menuda y suele ir a todos lados acompañada de dos adjetivos que todo el mundo, menos ELLA, puede ver. El conductor del autobús no la mira cuando abre la portezuela casi a regañadientes para dejarla subir; está harto de que la gente le recuerde que el transporte público tiene HORARIOS y que él DEBERÍA SEGUIRLOS.
ELLA, aliviada y segura al fin, sonríe y avanza por el pasillo hasta encontrar un asiento. En el interior de su bolso, el libro maléfico que le está haciendo la mañana imposible; en su interior mismamente humano, una carcajada nerviosa trata de abrirse paso, pero ELLA, aparentando estar serena y calma, la reprime y confina a la parte baja del estómago. Momentáneamente.
Comprueba las portezuelas traseras por los retrovisores, desactiva freno de parada pisando suavemente el acelerador, reincorpórate al tráfico.
“ELLA, relajada y feliz en la playa”, lo he visto.
“ELLA, emocionada y atenta en el cine”, también lo he visto.
“ELLA sentada en el bus, sofocada y con cierto rubor en el rostro debido al sofoco.” Vale, eso no es un adjetivo propiamente dicho, pero... ¿a que vas captando la idea de en qué situación se encuentra ELLA ahora, en este momento? Sí. La estás viendo.
Llamar la atención le disgusta tanto como la vergüenza que siente al hacerlo.
“Distráete”, piensa ELLA, “no pienses en cómo te miraban en el primer autobús que has cogido esta mañana; piensa en las plantas que ayer no regaste, piensa en la hierba.”
“Evádete”, piensa ELLA, “no pienses en cómo te miraban en el tren del que has salido minutos antes de subir a este autobús; concéntrate en contar los segundos que tarda el semáforo en cambiar de color.”
“Engáñate”, piensa ELLA, vencida y resignada, “porque por más que lo intentes, sabes que no puedes hacer nada para impedir que la imagen, ESA IMAGEN, vuelva a tu mente.”
Estaciona, frena, activa freno de parada, comprueba las portezuelas traseras por los retrovisores. Espera un momento... ¿DE QUÉ COÑO SE RÍE ESA CRÍA?
"Me doy con una piedra en el pecho hasta ver movidas" (Il Pietro in plexo solaris) de Signorelli.
Lo que ahora estás viendo es un sótano al que se accede bajando por una escalera metálica. En primer término, en los escalones, hay gente sentada. En segundo término, repartida en parejas de sillas separadas por un pasillo, hay más gente sentada. En tercer término, en un pequeño escenario a nivel del suelo y encarando al resto, tres personas más. También sentadas. En el futuro, si alguien viera este cuadro, bien podría pensar que el título de la pintura es “GENTE QUE ODIA ESTAR DE PIE”. No te molestes en buscarle la gracia, no la tiene. Ése es el quid de todo el asunto. Permite que añada un par de detalles al cuadro que ahora estás viendo. Detrás de los tres habitantes del micro-escenario, a la altura de sus cabezas, pende estable, blanca y muda, una gran pantalla; y en las paredes laterales del sótano (a izquierda y derecha) se exponen y ofrecen, impúdicos y a precio de saldo, los libros de arte y arquitectura que ya nadie quiere.
El primero en coger el micrófono y hablar a través de él es el hombre largo de voz poderosa y precisa dicción que está situado más a la izquierda.
─Buenas tardes, mi nombre es Raúl Minchinela, aunque alguno de vosotros quizá me conozca por mi otro nombre, el Dr. Repronto. Hoy estamos aquí porque hay ideas maravillosas ante las que todos nos hemos hecho la misma pregunta: “Pero... ¿esto no lo hemos hechos todos?”. Y no, en realidad nadie lo ha hecho. Nadie, excepto una serie de pocos iluminados que realmente deciden materializar esa idea. El Hematocrítico, señoras y señores, es una de esas personas. Y El Hematocrítico de Arte, el libro que hoy presentamos y que antes fue un blog en Internet, es la materialización impresa de esa idea.
"Lo que El Hematocrítico hace al rebautizar un cuadro es mostrar hasta qué punto han cambiado sus códigos y llevarlo a un ámbito que el autor (o nosotros, como espectadores) jamás podríamos haber imaginado. No es normal llamar a un cuadro “Dos personas de pie” o “Dos personas saludándose”. No, lo normal es que el título trate de reflejar y describir qué es central en ese cuadro, qué es lo que lo separa de todo lo demás. Entonces lo extraño, lo que él hace, es cambiar, cortocircuitar su significado simplemente poniendo las palabras debajo de la imagen. Y es así como todo lo que tiene alrededor gira completamente, porque un cuadro no es sólo la pintura, sino todo lo que le rodea."
"Para hacer ese paisaje no hacía falta que me pusiera en pelotas" (Le Artiste Picaruelle) Gustave Courbet
─Este es un ejemplo claro de lo que os acabo de comentar. Aquí tenemos la típica imagen del pintor ilustrado, inspirado ante su obra y completamente reforzado con la imagen de su musa, que se encuentra a su vera diciéndole: “Muy bien, esta es la obra, este es el camino”. Ahí se da una especie de apoyo doble al creador, a quien vemos en el centro del cuadro. Entonces llega El Hematocrítico y dinamita completamente el cuadro titulándolo: “PARA HACER ESE PAISAJE NO HACÍA FALTA PONERME EN PELOTAS”.
"Yo soy tan fan del Hematocrítico de Arte como del propio Hematocrítico. En Internet estamos muy acostumbrados a que todos nos den la razón, los buscadores nos dan sólo aquello que hemos buscado, todo está relacionado con lo que vamos a cazar y así acabamos encerrados en el mismo círculo del que ya partíamos de origen. Nosotros pensamos que gracias a Internet vemos el mundo con múltiples ojos, y es mentira, estábamos viéndolo todo el rato con los nuestros."
“Lo que hace El Hematocrítico, y ahí reside gran parte de su valor, es relacionarse muy bien con la parte de Internet que no es como nosotros. Él logra utilizar toda la inercia del monstruo para rendirlo, lo cual me parece fascinante. Buen ejemplo de ello es todo lo que ocurrió tras la creación del término Tróspido y su aplicación a la televisión, que ha ocupado titulares en la prensa. La cadena televisiva se enorgullecía de proclamar: “NOSOTROS HACEMOS EL PROGRAMA TRÓSPIDO”. Trataron de adueñarse del término, cuando en realidad todo tenía muchísimo más que ver con ese elemento de judo, ese coger a la bestia, darle la vuelta y usar su fuerza en tu beneficio.”
Llegados a este punto, toma la palabra el afable e inquieto sujeto sentado en el medio, que no es otro que el mismo Hematocrítico. A ratos parece olvidarse de que tiene un micrófono en las manos, y cuando se acuerda de utilizarlo no siempre habla en dirección a la cápsula, pero este hecho, lejos de jugar en su contra, parece acercarlo más al público que tiene delante.
─Buenas tardes a todos y gracias por venir. Me encanta estar aquí para que Raúl me explique qué es lo que hago, porque yo un poco la idea que tenía de esto era buscar cuadros en Internet y ponerles nombres chorras. Pero la verdad es que me quedo mucho más tranquilo viendo que hay detrás un trasfondo, un contenido...
─Yo, como no soy tan profundo, admito que mi favorito es este ─quien ahora habla es Daniel Ausente, el tercero en discordia, sentado en el lado derecho del escenario, ─. Básicamente lo he escogido porque cada vez que abro el libro y lo veo sucede algo que no es muy común en mí: ME RÍO A CARCAJADAS. Además, también es el favorito de mi hijo, que comprende perfectamente lo que significa que Papá Noel no te traiga lo que tú has pedido, que por desgracia pasa a menudo.
"Papá Noel, yo no te pedí el Baby Momia" (La equivocazzione dil Santo Nicolaso) Giovanni Bellini
Fíjate bien en el cuadro que ahora estás viendo. Fíjate en la primera pareja de sillas situadas frente al pequeño escenario, en el lado derecho. ¿Ves esa manita alzada y feliz de recibir la atención de la audiencia? Esa manita pertenece al niño del que habla Daniel. Por ahí anda también un remolino trasteando un smartphone, ¿la ves? ¿A que sí? Bien, esa es su hermana.
─Antes comentábamos el pensamiento erróneo de que lo que hace Hematocrítico es algo que está al alcance de cualquiera ─Repronto retoma la palabra─. Un gran ejemplo de que no es tan fácil como parece lo vimos hace un tiempo, cuando un colaborador del programa de Cristina Tàrrega en TELEMADRID decidió que él iba a coger “eso que hacen esos locos tontos de la Internet” y reproducirlo en televisión. En el vídeo que vais a ver a continuación seréis testigos de cómo una persona, bajo esa fe absoluta de que “esto lo hace cualquier niño de 5 años”, se va a hundir progresivamente en el barro, en el fango y en el pantano ante la absoluta dificultad de hacer algo fino y quirúrgico como lo que hace El Hematocrítico...
─Lo que pasó en ese programa nos da una visión muy clara ─interviene Ausente─ de cómo el fenómeno Hematocrítico es un fenómeno que ha pasado de Internet a la televisión pero sin que la televisión sepa entenderlo o qué hacer con ello.
─Como se puede comprobar ─dice Ausente─, cuando la tele se quiere poner graciosa no tiene gracia, y además deja muy claro que no, lo que hace Hemato no lo hace cualquiera. Por cierto, ¿cómo reaccionaste cuando te enviaron el vídeo del enlace? Porque supongo que en directo no lo verías...
─Supones muy bien, porque yo TELEMADRID como que no la sigo. Luego en verano ya me bajo las temporadas enteras de la Tàrrega y me pongo al día ─dice Hematocrítico, y añade─: La verdad es que en su momento no le di mucha importancia al saqueo. Me hizo bastante gracia el asunto, sobre todo por cómo lo habían hecho. Me gustó mucho la respuesta de María Adánez de La Escuela de la Desobediencia. Incluso me ha servido de inspiración y estoy pensando en hacerlo así a partir de ahora. Títulos tipo La Soledad del Individuo...
─Poesía Mierder, ¿no? ─Dice Repronto.
─Exacto. Hacer una versión un poco intelectual de El Hematocrítico de Arte. Eso sería interesante.
¿Recuerdas la pantalla en el escenario del cuadro que ahora estás viendo? Pues no la pierdas de vista, fíjate bien porque a continuación, Ausente y Repronto tienden a Hemato una trampa mortal, proponiéndole por sorpresa algunos cuadros que él debe rebautizar in situ. El homenajeado parece dudar al principio, pero no tarda en cogerle el tranquillo.
La pantalla parpadea y... ¡ale-hop!
"El truco del Limonero" (Eso sí, mejor no preguntar en qué consiste el truco...)
La pantalla vuelve a parpadear y... ¡ale-hop!
"Jessica Fletcher en el cumpleaños de Abraham Lincoln"
La pantalla parpadea de nuevo y... ¡ale-hop!
"Seguridad Social 2014"
La pantalla parpadea otra vez más y... ¡ale-hop!
"Terminando el Centrifugado"
La pantalla parpadea por última vez y... ¡ale-hop!
"El Abuelo Moñas de Donald Sutherland"
─¿Te pasas muchas horas? ─Pregunta Ausente.
─Bastantes ─responde Hemato─. Al principio no, de hecho las primeras semanas que tuve el blog ponía uno cada día, y ahora ya me tiro una semana para encontrar un cuadro y las paso más canutas.
─¿Y cómo ha sido el verlo convertido en libro?
─Boh, para mí es una cosa muy emocionante. Me parece que es un formato que le sienta bien, que queda como muy simpático y parece que a la gente le está gustando. La segunda parte la sacaremos con TASCHEN. 150 eurazos. Con una caja, para que lo metas dentro.
─Yo envié una carta al Museo del Prado ─dice Repronto─ pidiéndoles que incluyan este libro en su biblioteca, no para los que están ahora en el Prado, que evidentemente no lo van a entender, sino para que los hijos de los hijos de los que están en El Prado saquen este libro de la nada dentro de 150 años y digan: “Hostia, hay que ver lo que hacían en aquella época."
─¿Te gustaría estudiar Historia del Arte? ─Pregunta una chica del público.
─Me lo planteé en COU. Con éxito relativo, debo añadir. En el instituto ya hacíamos el tonto poniéndole nombres a los cuadros... Pero no, no, yo soy de Magisterio.
─¿Alguna vez has investigado a fondo el proceso de creación de algunos cuadros? ─Pregunta un hombre situado al fondo de la sala, junto a las escaleras metálicas.
─No sé si tendrá mucho que ver, pero una vez estuve en un foro en el que hablaban de apariciones OVNI en cuadros. Hasta ahí llega el límite de mi profundización. Básicamente cuando veo un cuadro se me ocurre el título, luego me olvido del autor, lo tengo que buscar... No voy más allá de la chorrada. Más que interés en el mundo del arte, yo tengo interés en el mundo de las tonterías.
─Pero del mundo de las tonterías todavía no hay facultad. ─Añade Repronto.
─No te creas. Hay bastantes. Y claro, el mundo del arte me interesa porque se me ocurren tonterías sobre eso, pero no más allá. ─Apostilla Hemato.
─Holaquétal. Tengo curiosidad por saber cómo reaccionaste cuando se te contactó para tirar adelante el proyecto del libro... ─Pregunta un mapache de sienes cada vez más plateadas sentado en la segunda fila.
─Tengo la sensación de que me estoy desmitificando a mí mismo pregunta a pregunta. Bueno, el caso es que el libro se publica en la EDITORIAL CARAMBA, que es el proyecto de un amigo personal mío, Manuel Bartual. Un día estábamos hablando del catálogo de la editorial y ahí ya empezamos a contemplar la posibilidad de convertir El Hematocrítico de Arte en libro. Un mes después me envió un mail diciendo que adelante, que íbamos a hacerlo y empezamos a prepararlo. La verdad es que el producto final es algo que yo ya lo tenía en la cabeza: un libro para llevarlo a una fiesta, enseñarlo para que la gente se ría y lo pase bien. Eso es lo que yo pretendía, Bartual lo vio también así desde el principio, entendió que también podía funcionar... y aquí estamos.
─Aquí hay un tema interesante ─dice Ausente─ y es que, como son cuadros viejos, tienen los derechos de reproducción libres.
─Claro, tienen que ser cuadros de autores que lleven muertos más de 100 años. De eso nos cuidamos bastante para no tener problemas. Aparte, hacer esta historia con Pollock no tendría la misma gracia.
─¿En qué momento decides utilizar el formato de doble título? Te aseguro que yo a veces me parto más con el segundo que con el primero... ─Confiesa una mujer entre el público.
─Pues sí, los cuadros de autores españoles son los únicos que llevan sólo un título. El orígen de todo esto fue en el Museo del Louvre, estando ahí de vacaciones. Ahí tienen los cuadros exactamente así: con el título francés y debajo el título original, así que al ver el doble título comprendí en seguida que se podía hacer un doble chiste. Y claro, ya sólo leer algo en italiano es algo que da bastante gracia, por eso trato de buscar más cuadros en italiano que en holandés o en ruso, que me dan menos satisfacciones.
El cuadro que ahora estás viendo parpadea por última vez y... ¡ale-hop!.
Algo tienen los domingos que incitan a ejercer el pastoreo cual ovejo jovial. La anterior frase no es mía, se la escuché en el metro a un tipo que tocaba el saxofón. No lo hacía mal. Ni tocar el instrumento ni soltar frases. La gente ni lo miraba, aunque escucharlo supongo que sí. Al menos yo no vi que nadie se tapara los oídos con calcetines, qué va, nada de eso. Se bajó un par de paradas después de tocar aquella canción de Chet Baker que tanto le gusta a ella. Ésa de la que yo nunca recuerdo el título, pero sí su fraseo.
Níííííííí, noninononííííííííí. Algo así hace la canción.
Níííííííí, noninononííííííííí. Sí, era algo así.
Por cierto, ahí os dejo unas cuantas cosillas por si, entre pastoreo y pastoreo, os apetece poner vuestra sangre a hervir.
Jacint Casademont, un tipo que viste la barba como nadie, está levantando (entre otras cosas) un proyecto la mar de interesante con el propósito de revisitar el thriller erótico (AKA PAJERO) de los 90. Con todos ustedes, TETAS Y CULOS 1 / INSTINTO BÁSICO. Y a continuación, TETAS Y CULOS 2 / EL CUERPO DEL DELITO. ¡Todos a sacar esos kleenex!