jueves, 11 de agosto de 2011

Consejos para Emprendores Bicéfalos, Pt. IV.

Trataba de hallar la triangulación perfecta de un círculo cuando se acercó por detrás, plantó su boquita en mi oído y dijo:

-Sé que algo tramas.

Me gusta cuando algo es tan inesperado que prácticamente lo ves venir. Un minuto antes. Una hora. Un año. Una vida. 

Lo que dura un anuncio de televisión local, sólo eso, no más... en ese tiempo puedes perderlo todo.

-Sé que algo tramas. Dímelo.

Doy un trago a la cerveza y pienso en negocios, pero no en negocios cualesquiera, nanay, ni hablar de eso.

Sé que a ella le gustan los boleros porque con ellos sonando de fondo perdió la virginidad. Ella no sabe que yo los odio porque no la perdió conmigo.

En el fondo me importa una mierda todo lo que no me importa un carajo. Es lo demás, todo lo demás, lo que me conmueve hasta el llanto. Un llanto leve, liviano (no profundo) que linda con la carcajada somera.

Lo que vendría siendo un polvo de verano una tarde tras cerveza fresquita.

-Sé que algo tramas. Dímelo. Lo sé por lo inquietos que se ven tus ojos bajo tus párpados mientras duermes.

Ojalá los amigos fueran como las canciones que te acompañan durante toda la vida (en el S.XXI, ahora, en este momento, cierro los ojos y lo veo tan claro que asusta: EL NEGOCIO PERFECTO. Llamadme Visionario, The Savior, El Leonardo da Vinci en versión Michael Bay; ni siquiera Rutger Hauer en-versión-replicante lo tenía tan claro, tampoco M. Bellucci cuando decició recorrer ese micro-túnel nocturno a las órdenes de Noé. Podéis tirarme cacahuetes, pero eso no saciará mi hambre).

-Sé que algo tramas. Dímelo o no lo hagas, pero lámeme. Y no me hables.


El sabor de su coño al meterle toda la lengua es color plata, y a medida que se pone más y más cachonda deriva al platino. 


7 comentarios:

  1. Me gustaría seguir escribiendo, pero a veces uno sabe perfectamente cuándo detenerse.

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  2. UNA APROXIMACIÓN AL DESASTRE

    ¿De qué negocio habla el autor? ¿Realmente le importa a alguien? O mejor: ¿quién no malinterpretará su visión?

    EL AUTOR HABLA

    ¿Autor? ¿Qué puta mierda es esta? Yo sólo soy un puto mapache natatorio que HE VISTO LA LUZ.

    REFLEJOS INCONEXOS A LA LUZ DE UN FLEXO QUE SE ME CAE EN LA CABEZA CADA DOS POR TRES

    En el mundo hay ancianos. Eso es un hecho. Vas por la calle y los ves. Incluso es probable que en tu propia família haya alguno. Quizás hayas llorado a su lado en el velatorio al morir su mujer (tu abuela) o quizás hayas llorado a su lado cuando te tocó donde no debía en una edad poco propicia.

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  3. UNA VISIÓN MASTROPIÉRICA

    Quiero montar una residencia de ancianos en la que los ancianos sean residentes. Que residan ahí, que vivan ahí, que pasen su tiempo ahí. Que coman, que beban, que caguen y hagan las cosas que hacen los ancianos. Tengo grandes planes al respecto, pero tengo miedo de que alguien me robe la idea.

    UN TEMOR PROFUNDO Y POCO SUTIL

    Malhechores que entran en mi hogar EN MI HOGAR de madrugada y amenazan a mi família MI FAMILIA si no les revelo mi gran idea MI IDEA. En momentos como esos uno no se ríe con Bowling for Columbine. En momentos como esos uno quiere tener un bazooka y metérselo por el culo a los malhechores para que comprendan el verdadero significado de lo que significa Alta Cocina (Sin Sentido Aparente).

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  4. UNA VISIÓN MASTROPIÉRICA, Pt. II.

    Veo una montaña. Altísima. Y la Residencia de Ancianos Mapatxil estaría en la mismísima cima, casi acariciando las nubes circundantes. Oxígeno de alta calidad, he ahí un reclamo infalible para conseguir clientes. El oxígeno es bueno. El oxígeno mola. Los ancianos se levantarían cada mañana, desayunarían y saldrían por la puerta principal de la residencia... Para caer rodando acto seguido por la pronunciadísima ladera de la montañan. Daría cosa verlos, por eso no se aceptarán cámaras en el recinto. Rodarán durante centenares de metros hacia una muerte casi segura, pero MORIRÁN FELICES, sabiendo que su muerte no habrá sido en vano.

    ¿Y POR QUÉ?

    Porque justo en la ladera de la montaña, este humilde emprendedor habrá montado un campo de tiro. Nada barato, dicho sea de paso. Al fin y al cabo, contar con un campo de tiro donde los objetivos están en movimiento durante centenares de metros es algo que se cotiza francamente bien. En el campo de tiro habrá un bar, y cada día, media hora antes del paseo-descenso-matutino de los ancianos, en el bar se brindará con cava espumoso y se intercambiarán fotografías de los inminentes objetivos. Se moverán apuestas de muchísimos ceros y la pasta fluirá a espuertas.

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  5. AL MISMO TIEMPO, EN OTRO LUGAR

    ...me convencí de que tratar de hallar la triangulación perfecta de un círculo era poco menos que imposible. Aún así, una vez saciada, ella acercó su boquita a mi oído y dijo:

    -Ven aquí. Cállate. Y abrázame.

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  6. AL MISMO TIEMPO, EN OTRO LUGAR

    Una elipse con joroba le dice a un rombo de tres puntas:

    "Las 3 de la mañana. Estas no son horas. No es lo que vendría siendo un polvo de verano tras una cerveza fresquita. No hay bolero, ni trama que estilice la vida. Pero bué. Almenos el ventilador funciona."

    (es que resulta que ayer a las 3:00 a.m. blogger no iba muy fino y no se podían dejar comentarios)

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  7. Ven aquí. Cállate. Abrázame.


    Y devuélveme la puta lata de Pringles, jodía, que es mía y te dije que no la compartiría. :)

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Hala, despáchate a gusto. Pero ya sabes, pórtate bien o te despacho yo a ti, que para eso soy un mapache rabioso.