El terror puro es equiparable a la sensación de entrar en el baño de madrugada sin encender la luz, sacarte la chorra, empezar a mear y recordar de pronto que tu compañera de piso también es aficionada a miccionar con las luces apagadas. Entonces escuchas un extraño sonido, como cuando alguien ingiere una gran cantidad de líquido de una sola vez.
Y al día siguiente, durante el desayuno, reina un extraño silencio en la cocina del piso.
Ayer, viendo en directo las ruedas de prensa de Pep y Mou, me dí cuenta de hasta qué punto eran evidentes los paralelismos de su relación con la de Batman y Joker. Así que ahí va mi humilde homenaje a uno de los clásicos indiscutibles de la Novela Gráfica Ochentera: "The Killing Joke" (Alan Moore / Brian Bolland).
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Hala, despáchate a gusto. Pero ya sabes, pórtate bien o te despacho yo a ti, que para eso soy un mapache rabioso.